¡Lo que hay que aprender!
Mientras Ruta del Tiempo se iba convirtiendo en una realidad, hubo cosas que pensé al milímetro, y sin embargo otras me pillaron por sorpresa. Entre los mayores sustos están el darme cuenta de que tenía que aprender a:
1.- Usar un taladro. Pues sí. Aún recuerdo cómo se reía el dependiente de la tienda de bricolaje cuando una vez elegido el susodicho aparato, y a punto de pagarlo, le dije «bueno, y ahora ¿me explicas como se usa?». Fruto del proceso de aprendizaje podréis ver algún aplique un poco torcido y algún agujero de más en los soportes de un par de barras de cortina. Son parte de la historia de Ruta del Tiempo.
2.- Planchar. Toda la vida comprándome ropa que no hubiera que planchar… ¿cómo se afronta una sábana de 1,80 x 2 m.? ¡Si no tengo brazo para doblarla! Poco a poco he ido cogiéndole el truco, cada día me quedan mejor y tardo menos tiempo. Algo esencial ha sido encontrar la música apropiada para la labor. Ocurrió mientras planchaba durante los ensayos de uno de los conciertos de Luna Lunera… ¡el ritmo perfecto! Nada de Camela ni similares para cantar a grito pelado. Os paso la lista de reproducción en Spotify de la música perfecta para planchar (y no veáis lo fuerte que se me está poniendo el brazo derecho, ¿quién necesita un gimnasio teniendo un alojamiento rural?)
Tienda Museo
Es el proyecto que nos trajo hasta Sos del Rey Católico, la creación de una tienda de recuerdos «diferente». Abrimos hace ya tiempo, en el verano de 1998, y en el 2003 nos trasladamos al local actual, más amplio, en pleno centro del pueblo, y ya que compramos toda la casa, decidimos crear en las dos primeras plantas un alojamiento con encanto, también algo diferente, Ruta del Tiempo.
Este año cumplimos diez años en la nueva ubicación (¡cómo pasa el tiempo!), así que el momento de dar nuevos pasos. Os iremos informando 😉
Fin de una etapa
Han sido diez años acompañando a miles de personas por las calles de Sos y por la vida de Fernando el Católico desde el Palacio de Sada, y en este tiempo he sido yo la que más he aprendido, sobre la villa y el monarca, pero también sobre mi misma y el ser humano en general, a través de visitantes, compañeras, compañeros y jefes.
A pesar de los contratiempos y disgustos inevitables, he disfrutado de mi trabajo y he sentido que era valorado. Se que es imposible que lean esto todas las personas con las que a lo largo de esta década he interactuado desde el Palacio, los que me han enseñado, emocionado, hecho reir, puesto a prueba e incluso desesperado, pero de verdad, de todo corazón, GRACIAS.
Loli Ibáñez San Millán
Tras diez años atendiendo al público puedo deciros que los humanos somos muchos y muy variados, en general encantadores, y una fuente constante de sorpresas.
¿Y si…?
Espero sinceramente que no, pero…
…¿y si se acaba el mundo el 21 de diciembre de este 2012 y tú aún no conoces Sos del Rey Católico?
Podría haber llenado más de 100 folios con miles de palabras para conventerte de que descubrir Sos es una experiencia que no te puedes perder, pero he decidido que mejor te muestro medio centenar de fotografías en el board de nuestro pinterest.
Porque una imagen vale más que mil palabras, o eso dicen.