Profesión (oficio u ocupación)
Este verano, buscando otra cosa, aterricé en los censos electorales de Aragón (digitalizados en DARA) del período 1890-1955. Me pareció una fuente interesantísima de información, ya que de cada localidad se aportan el nombre y apellido de los hombres con derecho a voto, así como su edad, dirección, si son elegibles para cargos concejales y si saben leer y escribir.
Empecé a ojearlos con la intención de ir detectando los antiguos nombres de las calles de Sos del Rey Católico y las fechas de sus modificaciones, pero me he quedado entretenida con otra cuestión, las profesiones, oficios u ocupaciones de los sosienses del cambio del siglo XIX al siglo XX (recuerda que en ese momento sólo podían votar hombres, por lo que no aparecen las mujeres en los listados).
Aparcadas las calles y centrada en contestar a de qué se vivía en Sos en los albores del siglo XX, he hecho el listado de profesiones de los censos de los años 1890, 1901 (no está el de 1900 de la provincia de Zaragoza) y 1910.
Aún desaparecidos algunos, gran parte de los oficios u ocupaciones son fácilmente identificables:
Sin embargo, me he encontrado con otras profesiones que me han resultado curiosas y muchas totalmente desconocidas:
Albeitar (1890)
Es lo que hoy denominamos veterinario. La palabra no me resultaba desconocida, ya que el traductor de la primera obra impresa en castellano sobre veterinaria, el libro de Albeitería (Zaragoza, 1495), fue el sosiense Martín Martínez de Ampiés.
Bastero
Fabricante y vendedor de basto, también llamado albarda, pieza acolchada (generalmente de paja) que se colocaba sobre las caballerías de carga, para que los aparejos que se ponían sobre ellos no dañaran al animal. [Esperamos que el burro de la imagen lo llevara, que parece que el pobre va cargadico. Fotografía de Sos del Rey Católico aparecida en una revista francesa, años 40]
Botero (1901)
Fabricante y vendedor de botas. Dado que hay zapateros, imagino que no se refiere al calzado, sino a las botas u odres para líquidos (actualmente las asociamos al vino, pero eran utilizadas también para otros líquidos). No he encontrado curtidores en el pueblo, por lo que imagino que se encargaría de todo el proceso de la preparación de las pieles de cabra.
Cesante (1901)
Esta “ocupación” merece más detalle del que vamos a dedicarle aquí, ya que fue una situación frecuente durante gran parte del siglo XIX (1833-1918). El cesante es una persona de clase media (burguesía) que ha tenido un puesto público (funcionario), pero que por un cambio de gobierno ha sido apartado de su oficio. No por falta de habilidad, generalmente porque su puesto ha sido ocupado por una persona más afín a los nuevos cargos públicos. Vamos, por voluntad del alcalde. (Creo que si me vuelvo a leer ahora Miau de Benito Pérez Galdós le sacaré mucho más sentido que cuando la leí en el instituto).
Coadjuntor
Pensé que sería un tipo de cargo público de carácter administrativo, pero resulta que es un oficio religioso. El coadjuntor es un eclesiástico que ayuda al cura párroco.
Fardero
Llamados en otros lugares mozo de cordel, la palabra realmente lo dice todo: es quien se dedica a llevar fardos, bártulos, paquetes, bultos… al hombro o con carretilla (teniendo en cuenta cómo era el empedrado de las calles de Sos, me parece que optarían por llevarlos a hombros a pesar de terminar deslomados).
Pelaire
Cardador de lana. No había escuchado jamás la palabra, pero tiene toda la razón de ser que hubiera un oficio intermedio entre el esquilador y el tejedor.
Piquero (en Sofuentes, 1910)
Al buscar la palabra, la primera acepción es “soldado que va armado con una pica”, pero ni por época ni por lugar parece que tenga demasiado sentido. Rastreando un poco más, he encontrado el uso del término en Aragón como sinónimo de albañil. Eso me cuadra más.
Sillero
Fabricante de sillas. Parece obvio, pero es que viendo que había un buen número de carpinteros me ha sorprendido. No había caído yo en las sillas de enea, tan comunes hasta hace unos años. No sólo las fabricaba (incluso a medida, por ejemplo, las costureras necesitaban sillas más bajas) sino que también las reparaba.
Con los cambios de costumbres y modas este oficio aún pervivió de manera ambulante hasta hace no tantos años.
Soguero
De nuevo parece evidente, fabricante y vendedor de sogas. Y resulta sorprendente que se pudiera vivir y sobrevivir con un oficio tan específico.
Tablajero
La raíz del término es “tabla”, pero ¿a qué tabla se refiere? Aunque en algún momento el término estaba más bien relacionado con casas de juego, viendo la cantidad que aparecen, parece más bien que haría referencia a comerciantes que colocarían puestos (en tablas) en los mercados.
Telegrafista (1910)
¿Cómo imaginar desde nuestra época, en la que todos llevamos un teléfono mini ordenador en el bolsillo, la comunicación por telégrafo? Empezó a implantarse en España en el año 1854, con la construcción de una línea que unía Madrid e Irún. A partir de ahí, se ampliaron las líneas de comunicación para ir transmitiendo esos mensajes en código morse, en 10 años se habían creado 10.000 km de líneas y 194 oficinas, y se cursaban ¡casi un millón de telegramas al año!
En el momento en que encontramos ese oficio en Sos del Rey Católico, la línea contaba con 53.714 km y existían 1902 oficinas.
Tratante
Ni de personas, ni de armas… de ganado. Hoy en día, aún podemos ver rebaños de ovejas pastando en los alrededores del pueblo, pero nada que ver con las que había hace un siglo. Y no sólo ovejas. También cabras, caballos, mulas, asnos y ¡hasta vacas!
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De los oficios reconocibles, hay dos coincidencias que -digamos- me han hecho gracia:
-El sepulturero vive en la calle Amargura
-Un armero tiene su dirección en la calle… ¡Arco! Aún ando pendiente de confirmar qué calle sería actualmente, pero ¿y si fuera la casa donde está la Tienda Museo y Ruta del Tiempo?. Actualización noviembre 2021: aunque cerquita, ¡no! Gracias a una vecina he averiguado que la desaparecida calle arco era la que se encontraba a mano izquierda nada más pasar el Portal de Uncastillo (no hay nombre actual, la calle no se considera ya como tal).
Otros proyectos: dioses, meteoritos y monedas
Esta semana ha vuelto a ser noticia el asteroide 2018 VP1, una roca de dos metros de largo que viaja por el espacio a algo más de 30.000 km por hora y que el 2 de noviembre del 2020 pasará “cerca” de la tierra (a 450.000 km). No es imposible que impacte en la atmósfera, la probabilidad calculada por la NASA es de un 0,41 %. Parece poco, pero este año podemos esperar cualquier cosa ¿no?
¿Y si impacta con la atmósfera? Pues el asteroide se romperá en trocitos que caerán a la tierra en forma de meteoritos. Teniendo en cuenta el tamaño de los posibles fragmentos, mala suerte será si te da uno en la cabeza. Porque si pensamos en meteoritos, habitualmente nos acordamos del que provocó la extinción de los dinosaurios hace 65 millones de años, pero nos olvidamos de los cientos (o miles) de meteoritos que caen a la tierra cada año.
No por “habitual” deja de sorprendernos. Y si esto es así en el siglo XXI, ¡imaginar lo que era en la antigüedad!
No sé si este 2 de noviembre el asteroide impactará en la atmósfera, pero lo que sí sé es que ese día se pondrá a la venta el libro Dioses, meteoritos y monedas: meteoritos y cometas en monedas del mundo antiguo y moderno, escrito por Miguel Ibáñez Artica (conocido en casa como “aita”), y en el que he participado en labores de maquetación y edición.
La primera parte del libro trata las representaciones de cometas y piedras sagradas en las monedas. El origen de parte de estas piedras sagradas o betilos eran meteoritos, “piedras caídas del cielo”, ¡cómo no considerarlas sagradas!
La segunda parte es un catálogo de monedas que incluyen fragmentos de meteoritos reales, ¡en algunos casos toda la moneda está realizada con un trozo de meteorito!
Participar en la edición del libro ha sido de lo más entretenido, y he aprendido un montón de cosas. No pretendo destriparte mucho por si te apetece leerlo, pero…
*¡Qué listo Octavio Augusto al asociar el cometa a la divinidad de César! (y alucinada de cómo eso podemos entroncarlo a la idea de la estrella de Belén que guio a los reyes magos)
*Aún me estoy riendo visualizando el desfile del emperador Heliogábalo caminando de espaldas, guiando el carro en el que iba la piedra negra de Emesa, flanqueado por esclavos para que no tropezara
*De las monedas que incluyen trocitos de meteorito, si en algún momento me toca la lotería, me encantaría comprar la que 10 $ de las Islas Cook que reproduce la ventana espacial (que evidentemente “no cuesta” 10 $) y la emitida en Niue en el 2019 que reproduce la topografía de la luna ¡y que lleva un fragmento de meteorito lunar!
Todo el libro me ha parecido francamente interesante, pero tras el “revuelo” generado por la inminente aproximación de un asteroide a la tierra, la primera parte la veo ahora mismo con una perspectiva diferente. Si yo viviera en el siglo III y fuera Heliogábalo, también sacaría a desfilar por la ciudad el posible meteorito caído del cielo, y dando volteretas si hiciera falta. Por si las moscas.
Dioses, meteoritos y monedas: meteoritos y cometas en monedas del mundo antiguo y moderno
Miguel Ibáñez Artica
Col. Miscelánea numismática, 1
ISBN: 948-84-09-23834-7
D.L. Z 1313-2020
PVP: 9 €
PVP con envío a España: 9 €
Información y distribución: miscelaneanumismatica@gmail.com
Juramentos, maldiciones y palabras ociosas
Que la religión ha sido y es algo esencial para parte de la población es algo clarísimo. Reafirmación de comunidad, otorgar sentido a la vida, servir de brújula moral… Vamos a hablar un poco de esto último.
Son muchas las entradas de este blog dedicadas a la portada románica de la iglesia de San Esteban. Ya hemos visto como en la Edad Media las imágenes debían ser para los iletrados lo mismo que los libros para aquellos que sabían leer. Lo representado no es casual, está ideado para ser “leído”. Esencialmente, encontramos actitudes a imitar (reflejadas en los Santos y sus vidas) y multitud de actos que evitar. Todo con el fin de lograr alcanzar en el más allá el soñado Paraíso, vida imaginada infinitamente mejor que la que diariamente vivirían la mayoría de sosienses medievales.
Pero el adoctrinamiento no termina en la Edad Media. Del siglo XVII conservamos en Sos del Rey Católico tres inscripciones con intención de catequesis. Quiero hacer notar dos cuestiones importantísimas: ya no se utilizan imágenes, sino palabras. Los textos están en castellano, no en latín. Mucho ha cambiado la sociedad desde la construcción de la portada de la iglesia en el siglo XII.
¿Por qué la necesidad doctrinal en el siglo XVII? En el siglo XVI Europa vivió una revolución en el cristianismo con el movimiento de la reforma protestante iniciado por Martín Lutero. Ante la corrupción y falta de moralidad de alguno de los miembros de la iglesia y cuestiones como la venta de indulgencias, se busca volver al cristianismo primitivo. No vamos a entrar a detallar los graves conflictos que esto provocó en Europa, pero tenemos que tener en cuenta dos consecuencias:
1.- Se inicia en la iglesia católica un movimiento de “contrarreforma”, y tras el concilio de Trento (iniciado en 1545 y que duró ¡17 años!) se intentan mitigar algunas de las cuestiones que habían provocado la reforma protestante. El movimiento alimenta un renacer de la vocación de catequesis de la iglesia. Aunque fue la Compañía de Jesús (los jesuitas) una de las órdenes más activas en este sentido, no fue la única.
2.- Para el protestantismo, todas las personas debían ser capaces de leer e interpretar la Biblia, por lo que se generalizó la educación y su publicación en lenguas propias. En el caso del catolicismo, el Concilio de Trento impulsó la educación popular para que los católicos estuvieran mejor preparados ante lo que predicaban los protestantes. La cuestión es que, con motivos algo distintos, ambas ramas del cristianismo impulsaron la educación en Europa.
Y en este contexto podemos entender las tres inscripciones que encontramos en Sos del Rey Católico (¡nada que ver con la quema de brujas que muchos imaginan al leer alguna de ellas!). Dado que frases iguales o similares se encuentran en otras localidades, es de suponer que son fruto del paso por la villa de una orden religiosa, que al marchar dejó grabado a modo de recordatorio la esencia de lo predicado.
Aunque en las frases aparece la referencia bíblica (ejem, ejem, ya veremos), no son exactas, sino una adaptación esencial de las mismas, plasmadas a modo de coplillas pegadizas.
Fachada del Ayuntamiento, a la derecha:
[anagrama IHS cruz partiendo del travesaño de la H. Corazón bajo el anagrama] DIZE DIOS NVESTRO Sr EN LA CASA DEL QUE JVRA NO FALTARA DESVENTURA. ECCII. 23 VER 36. AÑO 1681
Bueno, en realidad intenta plasmar la esencia del capítulo 5 del libro de Zacarías, versículos 3-4: 3 Entonces me dijo: Esta es la maldición que sale sobre la faz de toda la tierra; ciertamente todo el que roba será destruido según lo escrito en un lado, y todo el que jura será destruido según lo escrito en el otro lado. 4 La haré salir —declara el señor de los ejércitos— y entrará en casa del ladrón y en casa del que jura por mi nombre en falso; y pasará la noche dentro de su casa y la consumirá junto con sus maderas y sus piedras”.
Fachada del Ayuntamiento, a la izquierda:
[anagrama MA sobre corazón y bajo cruz] LA MALDICION DE LA MADRE ABRASA I DESTRVIE DE RAIZ HIJOS I CASSA. ECCLE.V.II
Esta vez sí hemos acercado con el libro (el Eclesiástico), pero no con el capítulo, ni del todo con el versículo. La frase grabada se refiere a lo escrito en el capítulo 3. El versículo 11 dice: la gloria del hijo radica en el honor de su padre, una madre sin honra es la vergüenza de sus hijos. Realmente parece más apropiado el versículo 9: La bendición del padre afianza la familia, la maldición de la madre arranca sus cimientos.
Pórtico de acceso a San Esteban:
[anagrama IHS cruz partiendo del travesaño de la H. Corazón bajo el anagrama] DE TODA PALABRA OCIOSA DARAN LOS HOMBRES CVENTA RIGVROSA. MATH. 12. VER 36. AÑO 1681
¡Esta vez sí! Mateo capítulo 12, versículo 36: Mas yo os digo que de toda palabra ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio.
Al margen de los errores en la atribución de las citas bíblicas, me gusta la manera de sintetizarlas, y resulta muy curioso que las tres sentencias hagan referencia no a actos en sí, sino a palabras. Las palabras son importantes…
…Y también los detalles. Los corazones de la fachada del Ayuntamiento no son iguales. El de la derecha es el Sagrado Corazón de Jesús y el de la izquierda el Inmaculado Corazón de María, ambos extremadamente simplificados en comparación con las representaciones posteriores, pero reconocibles a pesar de ello (que estén junto a los anagramas ha ayudado a darme cuenta, no os voy a engañar).
La devoción a ambos corazones comenzó en Francia en el siglo XVII, impulsado por San Juan Eudes (el de María) y por las visiones de Sta. Margarita María de Alacoque (el de Jesús, 1673-1675) (visiones llamadas por Manuel Jesús Carrasco Terriza de manera muy acertada “cardiofanías”).
En ambos casos, el corazón simboliza el amor por la humanidad. La iconografía de cada corazón se completa con elementos específicos:
En el caso del Sagrado Corazón de Jesús, una cruz surge de él, las llamas simbolizan el poder transformador del amor divino, las espinas y la herida sangrante su sacrificio. En el grabado en Sos tan sólo aparece el símbolo de las llamas, las tres líneas que emergen de la parte superior del corazón.
En el Inmaculado Corazón de María las rosas simbolizan la pureza y la daga (o dagas) los 7 dolores. Igualmente suele estar rodeado de llamas, en referencia al amor que purifica y transforma. Aunque lo habitual es colocar las rosas como una corona, imitando la de espinas, también en ocasiones aparece un pequeño rosal surgiendo el corazón, que es lo que parece haber en el caso del que encontramos en la fachada del Ayuntamiento de Sos.
Los grabados en Sos del Rey Católico, de ser de la misma fecha que las inscripciones (yo diría que sí, por los trazos de las letras de los anagramas), serían unas representaciones muy tempranas. En España, la devoción a los sagrados corazones empezará a difundirse a comienzos del siglo XVIII, al menos 30 años más tarde que estas inscripciones (contando con que no se equivocaran al poner la fecha, que tras ver las referencias de las citas, ¡todo es posible!).
¿Y el del pórtico de la iglesia de San Esteban? No es exactamente ni uno ni otro. La forma del corazón es similar, y también surge algo de él, ¡lo que parecen ser tres pequeñas lanzas!
La verdad, no soy muy de corazones ni de imaginería religiosa, pero por su sencillez, los que encontramos en la Plaza de la Villa me parecen mucho más bellos que las representaciones posteriores.
Entre el bien y el mal
Vamos a presentar hoy cuatro piezas de la portada románica de San Esteban. La 5º y 6º de la arquivolta interior y las 8º y 9º de la central, en ambos casos, comenzando a contar desde la derecha del espectador. Va a quedar una entrada un poco larga, pero visualmente, las cuatro dovelas están juntas y, a pesar de las diferencias, parecen querer transmitir un mensaje unitario. Así que, ¡gracias por dedicarnos un poco más de tiempo de lo habitual en la lectura!
La composición es similar en las cuatro. Inicialmente pensé que era la misma, grupos de tres figuras en cada dovela, pero mirando mejor, me di cuenta de que las de la arquivolta interior parecen tener cuatro figuras y no tres.
Empezamos por la ARQUIVOLTA CENTRAL. La que aporta el mensaje más claro (que creemos extrapolable al resto de las piezas como conjunto) es la 8º:
En el centro, un hombre que sujeta un objeto con las manos ¿un instrumento musical? ¿una tabla?. A su derecha se distingue claramente un ángel, que intenta llamar su atención tomándole del codo. A su izquierda, una figura que le susurra al oído (la cabeza está muy deteriorada, por lo que no podemos saber si era humana o animal).
A pesar de no poder captar alguno de los matices, parece claro que la figura central se encuentra entre dos fuerzas contrapuestas, el bien y el mal. La representación de una figura (hombre, animal, ser celestial, demonio…) susurrando al oído nunca es trivial, la comunicación dicta una conducta.
Hay varias representaciones similares donde es Herodes el que está flanqueado por un ángel y un demonio, ambos intentando influenciar en sus decisiones. Igual no has visto esas representaciones, pero ¡seguro recuerdas algo similar de algún dibujo animado!
La figura central de la 9º parece una mujer, girada hacia el ángel de su izquierda. La mano izquierda sobre la cadera, el brazo derecho doblado, con una bola en la mano. Aunque el ángel no le susurra al oído, el gesto de la mano en la espalda, atrayéndola hacia él, es muy expresivo. Además, la bola puede tener distintos significados en el arte medieval, en función de su contexto, y uno de ellos es la representación del bien opuesto al mal. Ojalá supiera qué lleva el hombre al que la mujer casi le da la espalda, estoy segura de que nos ayudaría a entender aún mejor el mensaje.
Respecto a la composición de las dos piezas de la ARQUIVOLTA INTERIOR, encontramos cuatro figuras, relacionadas por parejas, cada una como si fuera un espejo contrario de la otra. Animal/persona, “figura”/animal.
La persona de la 6º dovela es un hombre, la saya le llega hasta las rodillas y lleva una daga con funda al cinto. La persona de la 5º, por el tipo de vestimenta, yo diría que es una mujer. Ambas personas tienen una postura un tanto curiosa, evidentemente realizada a propósito. François Garnier tiene una brillante obra (Le langage de l’imagen du moyen âge) donde interpreta los gestos y posturas de las figuras del arte medieval, y tras analizar cientos de obras llega a una serie de conclusiones fracamente interesantes. Como en otras ocasiones, esta vez hemos acudido a él.
Ese tipo de posición corporal, con las piernas dobladas y el brazo (o brazos) alzados, se relaciona facilmente con orantes, en especial si el cuerpo está representado en ¾ y la cabeza girada hacia arriba (en nuestro caso, nos quedamos sin poder confirmar el giro de la cabeza). La postura de las piernas denota humildad y adoración, la de los brazos, ruego y ofrenda. Si bien nuestras figuras no son orantes, el lenguaje corportal nos indica que no se encuentran ante meros animales, sino que estos son la representación de algo superior.
En cuanto al animal hacia el que se gira cada persona, son símbolos contrarios, así como lo es la actitud hacia ellos. En la 6º vemos una preciosa águila, que en este caso creemos representaría a Cristo (para otras lecturas simbólicas de este y los demás animales de la portada, zoológico en piedra)
Parece que el hombre le está acariciando la cabeza o el mentón. De ser así, es un gesto afectuoso, utilizado en representaciones de amor romántico, maternal, fraternal…
En la 5º encontramos un detallado macho cabrío, símbolo del diablo. La ¿mujer? ¡le está tirando de las barbas! uno de los mayores insultos de la Edad Media, y un gran gesto de agresividad en la mayoría de las ocasiones en las que se representa. No es infrecuente la imagen de dos hombres tirándose mutuamente de las barbas (o uno a otro), y se entiende que son ancianos que luchan de esa manera al no poder batirse en armas. Sin embargo, no he encontrado una imagen similar a la que tenemos en la portada románica de Sos del Rey Católico (como siempre, si conoces alguna, será un placer que nos lo cuentes en los comentarios).
El animal que se encuentra en la parte superior de ambas dovelas es algún tipo de mamífero, difícil poder concretar más.
Hay que fijarse bien, pero entre la persona y ese mamífero, hay “algo” en ambos casos. En la 6º, lo que podría ser un animal, en vertical, boca abajo (la cabeza a los pies de la persona y el mamífero exterior). En la 5º se ve más claro, ¡una personas desnuda cabeza abajo! Los brazos caídos y la cabeza están entre los pies de las figuras que le enmarcan. Las piernas salen de la boca del mamífero. Parece que o lo está empezando a tragar o está terminando de vomitarlo. Tiene un aire a las almas de los condenados devoradas en el infierno.
No llego a tener del todo claro si el mensaje específico de estas dos dovelas es «si haces esto te pasa esto en la otra vida, o no hagas esto que te pasará esto, pero sea como sea, la idea general que transmite de impulso «hacia el bien», sería la misma. Ojalá se conservaran las cabezas de las personas para intentar afinar del todo con su expresión.
CONCLUSIÓN
Por la colocación de las piezas parece que las cuatro presentan el mismo mensaje: el ser humano rodeado e intentado ser influenciado por fuerzas del bien y del mal, con un apunte a las consecuencias de dejarse llevar por la maldad. Sabemos que la vida no es tan sencilla, pero ya hemos hablado otras veces de la proliferación en el arte medieval de la dicotomía bien/mal.
Cada una de las dovelas es una delicia en sí misma, en detalle y composición. Pero además, en esta ocasión, me parece especialmente interesante el que el mensaje intente reforzarse con representaciones distintas, colocándo las cuatro de manera que se entiendan como conjunto.