El cementerio más antiguo y el primer artista de Sos

Aunque el título del post puede parecer extraño, realmente es así. Hoy vamos a hablar del Dolmen de Arás o dolmen de Sos del Rey Católico, también llamado en algún lugar dolmen de Añués, ya que se encuentra en el camino que lleva a la Torre de Añués. Y de los grabados rupestres de la época de la Edad del Bronce que se encuentran (escondidos y muy poco conocidos) en el término municipal de Sos del Rey Católico.

Durante el neolítico, con el desarrollo de la agricultura, los seres humanos empezaron a crear asentamientos más estables. No elegían lugares escarpados en lo alto de una colina como es el caso de la actual villa de Sos, se buscaban valles más resguardados, cercanos a ríos. Los restos de la época neolítica en esta zona suelen ser esporádicos. Las viviendas, construidas con materiales perecederos como maderas y barro, no han dejado restos materiales en la actualidad. A veces aparece algún hacha pulimentada u otros utensilios. La zona tiene una historia posterior tan intensa que es un período al que se le ha prestado poca atención, en mi opinión.

Sin embargo, sí hay un tipo de estructuras de finales de la época neolítica y comienzos de la edad de bronce que han llegado hasta la actualidad: los monumentos megalíticos (literalmente, “de piedras grandes”). Cierta aura esotérica los acompaña en ocasiones. Bien es cierto que su función exacta se nos escapa en algunos casos pero, sea como sea, el esfuerzo titánico de estas construcciones implica que han de ir unidas a rituales y creencias que en esencia son el “pegamento” de las comunidades humanas.

Antes de continuar, señalar que en Aragón cualquier monumento megalítico es considerado un Bien de Interés Cultural. Hay numerosos ejemplos en el Pirineo, pero en la provincia de Zaragoza tan sólo he encontrado referencia de otro, el dolmen de Larra en Salvatierra de Esca. Con esto quiero decir: es algo importante.

Dolmén de Arás

En el término de Sos del Rey Católico, lo que conservamos es un dolmen (literalmente, “mesa grande de piedra”), una estructura formada por varias losas de piedra clavadas en vertical (llamadas ortostatos) sobre las que se coloca otra gran losa a modo de techumbre.

La función de los menhires o crómlech puede seguir siendo confusa en muchos de los casos. Además de ser un posible lugar de encuentro y límite territorial, la finalidad utilitaria del dolmen está más clara: tienen una función sepulcral, se utilizaron como lugar de enterramiento colectivo. Con un mínimo ajuar, allí se enterraban lo que se cree eran los miembros más destacados del grupo. Es decir, es el cementerio más antiguo de Sos del Rey Católico.

El dolmen de Arás conserva los 5 ortostatos, de 1,23 m a 1,48 m de alto, la piedra baja que marcaría la entrada (en origen otra piedra más grande sobre ella sellaría el sepulcro), y caía en el interior, la gran losa que estaría en la parte superior. En el entorno hay otras piedras, pero saber si formaban parte del conjunto (creando un peristalito o como parte del túmulo que en ocasiones cubre los dólmenes) supera mis conocimientos. Sobre que la estructura es un dolmen no hay duda, la intencionalidad de la colocación de las piedras está clara y está orientado al este. Por tamaño (no más de 2 metros de lado) y tipología (dolmen “simple”, sin pasillo) se corresponde con el modelo más habitual en Aragón (aun siendo dos los ortostatos a cada lateral y no uno).

Aunque fue Mariano Zarzuelo quien lo estudió y lo publicó en el 2010, la existencia del dolmen era ya conocida en Sos del Rey Católico. Hace unos años, en la Pastelería Puente me regalaron unas postales de rincones y monumentos de la villa dibujados.  Aunque no llevan fecha impresa, están selladas y marcadas con el timbre conmemorativo del centenario del nacimiento de Fernando el Católico, en el año 1952. En la imagen, la nº 17, Sos del Rey Católico. Dolmen. Vale, el parecido es relativo. O yo no he atinado con la perspectiva, o el autor quiso mostrar cómo sería con la piedra encima, o se refiere a otro dolmen distinto (sería una casualidad estupenda).

Grabados rupestres al aire libre, insculturas prehistóricas

Es una pena que nadie se lo contara a J.I. Royo Guillén en 1994. Gracias al agente forestal Sergio Marco Giménez tuvo conocimiento de unos grabados rupestres en el Corral de Lafita (aunque es probable que haya un error en la denominación del corral), y publicó el estudio en la revista de arqueología aragonesa de ese año.

A pesar de que por técnica y tipología da como datación posible la Edad de Bronce, la ausencia de otros hallazgos relacionados en las prospecciones realizadas no le permite asegurar más el contexto cronológico. ¡Ojalá alguien le hubiera hablado del dolmen situado a kilómetro y medio de los grabados! Porque este tipo de restos son imposibles de datar con precisión, y no sería la primera vez que alguna marca inicialmente prehistórica se acaba descubriendo como medieval, moderna o incluso contemporánea (he encontrado un artículo posterior que apuesta por que sean cruces procesionales medievales, por eso tan importante el poder contextualizar).

En una gran roca vertical, lisa como su fuera un perfecto lienzo, se encuentran 12 figuras realizadas con la técnica de repicoteado/picado, que se englobarían en las representaciones del arte esquemático de la Edad del Bronce. Con muchas reservas, Royo Guillén apunta que la composición sería una escena, y que de ser las figuras cruciformes figuras esquemáticas de personas, podría ser la representación de un núcleo familiar.

Seis de las figuras son motivos circulares (cazoletas), puntos que no son muy fáciles de detectar a simple vista. Lo que mejor se percibe son las cuatro figuras estilizadas. Las de los extremos, figuras antropomórficas cruciformes con forma phi (se denomina phi a la figura antropomórfica compuesta por un trazo vertical y un círculo, similar a la letra Φ griega). En el centro, una figura antropomórfica cruceiforme y otra que supone una variante de antropomorfo ancoriforme (cuando los “brazos” de la cruz giran hacia abajo, con una forma similar al ancla).  Esta es la más compleja y curiosa de todas, francamente espectacular. ¡Menuda obra la del primer artista de Sos!

En definitiva, a la espera de que alguien se anime a hacer un estudio en conjunto de ambos elementos, yo diría que la hipótesis de que allí hubo un asentamiento durante la Edad del Bronce (acotando un poco la posible datación de los grabados y el período megalítico, pongamos que en el 2.500-1.300 a.C.) es de lo más plausible. Así que, en apenas un paseo de menos de dos horas, desde el Sos del Rey Católico medieval podemos retroceder aún más en el tiempo ¡y llegar a la prehistoria! La ruta, ¡en otro post!

Si quieres conocer los estudios originales: dolmen de Sos del Rey Católico, grabados rupestres del Corral de Lafita. Yo conocí la existencia del dolmen gracias a Manuel Valle, y la de los grabados por Diego Hernández, gracias al cual ¡pude además verlos in situ!.

Cristo del Perdón (leyenda)

En el interior de la iglesia de San Esteban se encuentra un Cristo románico que protagoniza una de las pocas leyendas conservadas en Sos del Rey Católico.

Manteniendo la esencia del relato, permitirme la diversión de crear esta libre versión. Con rimas obvias y tontadas varias, fruto de una tarde acalorada. Y sin más dilación, vayamos a la cuestión.

Damas y caballeros, tomen asiento, y permanezcan atentos a este relato de violencia y celos…

Un apuesto mozo andaba con gallardía,
cuando la mirada de una joven le robó el alma y la vida.
Si no era con ella, existir no merecía.
¿Por qué no me ama?, se lamentaba,
¡soy joven, lozano y apuesto!, clamaba.

Mas ella le ignoraba.

Descubrió que la dama no sólo no le amaba,
sino que era a otro al que su corazón entregaba.
¿Qué hacer?, se lamentaba.
Ciego de celos, ni comer podía.
Ya no disfruto de las manzanas (que era su fruta favorita),
hasta el agua sabe a ceniza.

Si los celos ofuscan, mezclados con hambre y sed,
convierten el pensar con claridad en una labor sin par.
Y de las mil y un ideas que podía nuestro mozo tener, se decantó por la más vil y cruel…
¡Mató en emboscada al otro al que amaba su amada!,
pensando que así al fin su corazón ganara.

No solo no consiguió a la dama,
sino que notó cómo su propio corazón se marchitaba.

¿Qué he hecho? se lamentaba,
más la justicia no le apresaba.

Vencido de pena y remordimientos, buscó en la fe el consuelo.
Cada día sin faltar a San Esteban acudía, y se postraba a rezar frente al Cristo de rodillas.
Fama de hombre piadoso alcanzó, sin sospechar los sosienses la verdad de su corazón.

Un día como otro cualquiera, cuando frente al Cristo se encontraba,
se le acercó una mujer pesarosa,
¡vengo a pediros una cosa!.

Rezando todos los días, más caso que a mi os harán en el cielo.
Pedid por el descanso de mi hijo,
emboscado en una de estas esquinas,
asesinado en la flor de la vida
¡que sea capaz de llegar al Paraíso!
.

Y si un hueco además tenéis,
rogad por mi un poquito también,
ya que la paz no hallo
desde que me falta el muchacho.

¡Arrea! pensó nuestro mozo.
¡Pero si es la madre del otro!.

Sin celos, hambre ni sed, el mozo podía pensar bien.

¡Buaaaaa!, se echó a llorar,
y a la madre confesó,
que al muchacho él mato.
A entregarme a la justicia voy,
no puedo más con mi propio lamento,
el castigo terrenal merezco.
Imploro vuestro perdón,
de lo más arrepentido estoy.

La mujer ojiplática quedó, ¡frente al asesino de su hijo estaba!
Pero ¡cómo se lamentaba el mozo!.
Joven, lozano y apuesto… a pesar de pesaroso.

Dudando se encontraba la madre,
¿perdonarle sería un desaire?.
¡Ay si mi muchacho aquí estuviera!
¿perdonaría que perdonase a quien la vida le segase?.
En estas cuitas se encontraba la madre,
cuando levanto la mirada sin saber qué contestarle.

Un pequeño crujido escucharon.
Ruidos de iglesia vieja, pensaron.
Mas al girar la cabeza,
vieron la talla del Cristo…
¡¿quieta?!
Un sonrisa estaba en su cara, serena y tranquila, que antes no estaba. Y la cabeza no yacía caída, sino que se encontraba bien erguida.

Madre y mozo se frotaron los ojos (cada uno los suyos, no penséis arrobos),
mas la imagen del Cristo seguía cambiada, ¡un milagro! ¡una llamada!

La madre perdonó al mozo.
El mozo se entregó a la justicia,
y el Cristo del Perdón,
jamás perdió su sonrisa.

Creer la leyenda puedes, o no, si es lo que prefieres. Pero si a San Esteban entras, para junto al Cristo del Perdón, fíjate en la expresión de su cara, y deja que apacigüe tu alma.

Gracias por haber leído, escribirlo ha sido de lo más entretenido, pero como bien has deducido, de poesía… ¡jamás publicaré un libro! 😉

Y sí, has pensado bien, no hay fotografía del Cristo pues no he logrado el permiso (aún)

Tres lugares con tres nombres

Los nombres son importantes, dicen que el de una persona marca en cierta medida su carácter. En el caso de las palabras que utilizamos para designar lugares, siempre aportan información sobre origen o historia, aunque no siempre seamos capaces de captarla.

Si el nombre del lugar incluye un nombre de persona, instantáneamente pensaremos que algo tuvo que ver con el devenir de esa población. En el caso de Sos, es evidente a cualquiera que llegue la vinculación con Fernando el Católico, en el nombre de la calle principal y ¡en el del propio pueblo! (Sos del Rey Católico)

Pero igual que una persona puede cambiarse su nombre (tengo una amiga cuyo segundo nombre era “Margarita”, algo que descubrimos cuando fue al registro a quitárselo), también lo pueden hacer las calles y poblaciones. ¿Los motivos? Diversos.

En el caso de Sos del Rey Católico hay tres lugares que están juntos, y los tres han tenido -al menos- tres nombres distintos a lo largo del tiempo. Me resulta muy curioso, ¡espero que a ti también!

Calle Juana Enríquez
Una de las cuestas más pronunciadas de Sos, la que sube a la judería medieval, lleva desde hace pocos años (creo que desde el 2014) el nombre de la madre de Fernando II de Aragón. Esa calle fue llamada en otros momentos c/ Norte y c/ San Luis.

Calle Juan II de Aragón
Se le cambió por última vez el nombre a la vez que a la anterior. Antes, era la c/ Pons Sorolla, en recuerdo del arquitecto que tanto papel jugó en la rehabilitación del pueblo. Anteriormente, la calle era conocida como c/ Maya.

Portal de la Reina
Es posible que si preguntas a alguien de Sos por este portal le notes la duda en la cara, y es que para muchos siempre será el Portal de Maya (llamado así por el nombre anterior de la calle que en él desemboca). Pero antes incluso, tuvo otro nombre. En algos materiales se lo denomina Portal de la Fuente Alta, ya que de allí surgía el camino que llevaba a dicha fuente, ya desaparecida.

Bicorpóreo burlón

Cada vez que me acerco a la portada de la iglesia de San Esteban a mirar alguna cosa, termino fijándome en el ser de la 10º dovela de la arquivolta exterior, contando desde la derecha del espectador (vale, no lo puedo evitar… al verlo, con frecuencia le saco yo también la lengua). Y me he dado cuenta de que ¡todavía no os lo había presentado!

bicorporeoGeneralmente, en el arte románico los gestos exagerados se consideran una representación exterior de un alma no pura (malos pensamientos, maldad, impiedad…). Personalmente me parece encantador, pero está bastante claro que este precioso ser no estaría entre los modelos positivos a seguir, sino más bien en el amplio bloque de conductas a evitar tan presentes en la portada de la iglesia de Sos del Rey Católico y en el resto de ejemplos de arte medieval.

El hecho de sacar la lengua suele aparecer en representaciones de diablillos que se burlan de sus víctimas. Lo representado en Sos no es un diablillo, ni un ser común del bestiario, al menos yo no lo he logrado ubicar.  Así que, a falta de un término mejor, llamémosle bicorpóreo burlón 😊

¿Cómo es tu alma?

En el arte cristiano el alma tiene una forma corpórea, es una representación de la persona que la albergaba. Así, en las escenas de bienaventurados y condenados, lo que vemos representadas son “personas” que han ido al cielo o al infierno. Pero, ¿cómo ha llegado allí el alma?

En los sepulcros medievales es frecuente la representación de la elevación del alma (elevatio animae), en la que dos ángeles llevan el alma del difunto (representado como adulto o como niño) hacia el cielo. Y andaba yo de vacaciones en León, fijándome en ese detalle de los sepulcros del interior de la catedral, cuando recordé una de las piezas de la portada de San Esteban, situada en la arquivolta interior, la sexta empezando a contar desde la izquierda del espectador.

Estas semanas, en las que invertí algún tiempo en revisar fotografías de las escapadas pasadas, lo volví a recordar, así que ¡manos al teclado!

Elevación del alma

A pesar de que los pobres han perdido la cabeza, se distingue claramente a dos ángeles. Ambos se dirigen a una figura central, desmadejada, a la que ayudan a incorporarse.

DetalleMe despista el que la figura desmadejada se agarre de uno de los ángeles. Y aunque no es la manera habitual de representar la elevatio animae en el arte medieval, he encontrado una composición similar en el monumento funerario de Margarita de Brabante (obra de Pisano, en Génova, comienzos del siglo XIV). Está incompleta, por lo que el detalle de agarrarse o no se pierde. Nuestra  imagen está en la portada, no en un sepulcro, pero… ¿qué otra cosa podría ser?

«¿Por qué?» (San Lorenzo, San Juan, reina Estefanía )

¿Sabéis esa fase de los niños en la que constantemente preguntan “¿por qué?”? Pues he debido tener un momento regresivo, porque me he planteado por qué alguno de los personajes de las estatuas columnas de la portada de la iglesia románica de San Esteban se dan en todas partes como seguros (o casi seguros).

San Lorenzo (o San Vicente)

En la columna exterior de la zona izquierda (desde el espectador), la bibliografía indica que tenemos a San Lorenzo o San Vicente. ¿Por qué? Lleva en las manos una parrilla, sujeta con el manto como muestra de respeto (¡no es que queme!). Y es que a ambos santos se les martirizó quemándolos en una parrilla.

Pero, mientras que a San Lorenzo “sólo” se le San Lorenzoquemó vivo en ella, al pobre San Vicente… lo colocan en un potro para descoyuntarlo, lo desgarran con garfios de hierro, le colocan después sobre una parrilla, y como sigue vivo, le encierran en una mazmorra con cepos en los pies. Cuando muere, tiran su cuerpo al campo, pero como las bestias lo resperan, lo terminan metiendo en un saco y lo tiran al mar con una piedra de molino a modo de peso*. Ni con esas. El cuerpo fue devuelto a la orilla. Pero por eso es habitual representar a San Vicente con una piedra de molino.

En definitiva, dado que a San Lorenzo “sólo” se le martiriza quemándole vivo en una parrilla y que se le tiende a representar como un hombre joven (sin barba), creo que es él la figura representada en la portada (y resulta ser ¡el patrón de los bibliotecarios!)

*Nota: al próximo que me hable de la violencia en el cine o literatura actual, le voy a hacer leer un poco sobre los martirios de los santos cristianos.

San Juan

Es la figura situada en la columna interior de la zona izquierda. Sujeta, de nuevo a través del manto, el San Juan evangelistalibro de los Evangelios. Del libro no hay duda, muestra en la portada un calvario (la muerte de Jesús en la cruz) y el texto “TEST EVANGELI”. Pero son cuatro los evangelistas canónicos (los incluídos en el Nuevo Testamento), y los cuatro hablan de la Pasión de Cristo.

¿Por qué no es Mateo, Marcos o Lucas? Ya hablamos al explicar el tímpano de los símbolos de cada uno de ellos, así que lo primero que hice fue buscar un águila por todos los rincones. Nada. Parece que Juan era considerado el más joven, por lo que en el románico se le representa sin barba, al contrario que a los demás. Bien, convencida, aunque a medias, ya que la calvicie hipocrática no resulta especialmente juvenil.

Reina Estefanía

Pasamos al lado derecho, a la figura central. No tengo claro en qué documentación se basa, pero toda la bibliografía indica que la iglesia de San Esteban de Sos del Rey Católico fue promovida en el año 1055 por la reina viuda Estefanía. Doña Estefanía fue la esposa del rey Reina Estefaníanavarro García Sánchez III el de Nájera, y aunque tras la división del territorio a la muerte de Sancho III el Mayor Sos se encontraba en territorio aragonés, eclesiasticamente seguía dependiendo de Navarra.

Aunque la portada se realiza casi cien años más tarde del comienzo de la construcción de la iglesia, tiene todo el sentido que se guarde en ella un espacio para quien fuera la promotora de la obra. Que la figura representada en la estatua columna es un mujer, parece claro. ¿La reina Estefanía? A mediados del siglo pasado alguien leyó “Doña Estefanía” en la toca de la figura (he intentado ratrear quién es el primero que lo indica, pero no he atinado). La verdad es que a lo largo de los años he invertido ratos mirando y fotografiando la pieza, y al fin, el pasado verano, ¡yo también leí el texto! «dona Esthefana»

donaesthefanaAhora que estoy convencida de quien es, ¡me falta averiguar qué lleva en las manos! ¿alguna idea?

Dónde aparcar en Sos del Rey Católico

Aunque a todos nuestros huéspedes, al hacer las reserva, les explicamos dónde está la casa (en el centro del pueblo medieval, en la Plaza de la Villa) y el lugar más cercano para dejar el coche, algo ha debido publicarse en algún sitio porque la preocupación por aparcar ha sido constante en las personas que estas semanas se han puesto en contacto con nosotros.

Sos del Rey Católico es una preciosa villa medieval amurallada, con calles estrechas y empedradas, pensadas para peatones, caballos y mulos, no diseñada para los coches. La circulación en el interior está muy limitada (¡no te la jueges aunque el GPS te diga que puedes!), y más áun el aparcar. ¡Años ha costado que la Plaza de la Villa deje de parecer un aparcamiento!

entrada

En otras localidades medievales se ha habilitado una explanada en las afueras para dejar los coches. En Sos, a día de hoy, eso no ha sido posible. Lo que tenemos son calles y pequeñas zonas fuera del recinto donde poder aparcar.

Lo más cercano y cómodo para venir a Ruta del Tiempo es la calle Vía Hispanidad. Desde allí, se accede al recinto medieval por el Portal de la Reina y se llega andando a la plaza en medio minuto. También cerca -aunque con una importante cuesta para llegar a la plaza- es la zona del Campo del Toro. La Plaza del Mesón y la calle Emilio Alfaro son buenas opciones, entrando en ese caso al recinto por el Portal de Zaragoza y recorriendo la calle Fernando el Católico (la principal de Sos) para llegar hasta la Plaza.

aparcarEn esta época del año no suele haber problema para encontrar sitio en alguno de esos espacios. Pero en puentes, fines de semana de primavera, verano… está más complicado. Desde la Plaza del Mesón hay varias calles donde se puede aparcar (Pintor Goya, Sor Saturnina Tobar), y en la carretera del Parador (oficialmente «calle Letra B«) hay varias pequeñas explanadas donde dejar el coche. No es que sean distancias largas (¡estamos en un pueblo!), pero si has de buscar en esos espacios, te recomendaríamos dejar antes las maletas en el alojamiento.

Hay algún otro rincón donde aparcar (Plaza de la Tahona, Plaza del Mercado), pero habitualmente van a estar ocupados por los coches de los propios vecinos.

Sí, aparcar en Sos del Rey Católico puede ser más complicado en ciertos momentos del año. El pasado verano, en fiestas, las plazas que no se podían ocupar por el vallado de las vacas y las casetas de las peñas, lo pusieron difícil. Pero si estás dispuesto a andar un poco más (¡10 minutos más!) y dejar el coche en la zona de Pintor Goya y la Tejería… la visita a la villa merece la pena.

ACTUALIZACIÓN 10 DE FEBRERO 2022: Se han eliminado la mayoía de las plazas de aparcamiento de la calle Emilio Alfaro. Está prevista la adecuación de alguna otra zona, pero aún no está habilitada

¡No me pongas esa cara!

Dentro del bestiario medieval hay unos cuantos seres medio humano medio animales: arpía, mantícora… en la portada románica de San Esteban encontramos otros seres híbridos de los que ya os hemos hablado, la sirena y el centauro.

Pero lo que vemos en la séptima dovela de la arquivolta exterior (contando desde la derecha), es algo distinto:

cabeza-animalNo son seres del bestiario propiamente dicho. La imagen representa a dos personas cuyas cabezas son de animales. Lo que creemos un hombre tiene cabeza de perro, con las grandes fauces abiertas mostrando los puntiagudos dientes en una gran sonrisa que provoca cierta inquietud. La que parece una mujer también tiene cabeza de animal, sacando la lengua, y su mano izquierda parece una pezuña.

cabeza-animal2No hay que darle muchas vueltas para intuir que no simboliza nada bueno. Nada que ver con los dioses egipcios con cabeza de animal. En la iconografía medieval, los seres híbridos eran considerados indecisos e hipócritas, ya que tenían dos almas. Sin arriesgar demasiado, ¿hará referencia a la lujuria?

Tímpano de la portada de San Esteban

El lugar más destacado de las portadas medievales es el tímpano, el espacio semicircular (o apuntado en el caso del gótico) que se encuentra entre el dintel de la puerta y las arquivoltas.

timpano01En ellos, es habitual representar el tema que encontramos en la portada de San Esteban de Sos del Rey Católico: Cristo en majestad con el tetramorfos. Seguro que algo recuerdas de las clases de arte, pero ¡vamos a analizarlo al detalle!

Cristo en majestad

Esa aureola ovalada que le rodea se denomina mandorla, palabra de origen italiano que significa almendra. Como geométricamente la figura se forma con la intersección de  dos círculos, simboliza a la vez los mundos celestial y terrenal.

Con el Cristo en sí es como si hubiera habido una indecisión. Lo vemos de frente, sentado en trono, con bigote y barba, pelo hasta los hombros y pies bajo la túnica. Hasta aquí bien. Este modelo de Cristo juez se representa en ocasiones (como en el Pórtico de la Gloria de la catedral de Santiago de Compostela) con los brazos abiertos, mostrando las llagas de la crucifixión.

timpano-pantocratorEl Cristo de los tímpanos puede adoptar otra postura, bendiciendo con la mano derecha (con los dedos índice y corazón), y con el libro de la vida (donde están escritas las buenas y malas acciones de los hombres) cerrado o abierto, en la izquierda.

En nuestro caso tiene los brazos y manos abiertas, pero sobre la izquierda, en precario equilibro, encontramos un libro. Parece un intento de unificar los dos tipos. El resultado me parece raro y poco natural, pero quién soy yo para valorar.

 

Tetramorfos

Vayamos al origen, a la visión del profeta Ezequiel:
(…) se abrió el cielo, y vi a Dios en una visión. (…) en el centro mismo había algo parecido a cuatro seres con aspecto humano. Cada uno de ellos tenía cuatro caras y cuatro alas (…) Las caras de los cuatro seres tenían este aspecto: por delante, su cara era la de un hombre; a la derecha, la de un león; a la izquierda, la de un toro; y por detrás, la de un águila (…) Iban en la dirección en que el poder de Dios los llevaba.

timpano-evangelistasEn ella se inspirará la visión del Apocalipsis de Juan:
Vi un trono puesto en el cielo, y alguien estaba sentado en el trono (…) había cuatro seres vivientes llenos de ojos por delante y por detrás. El primero de aquellos seres parecía un león, el segundo parecía un toro, el tercero tenía aspecto humano, y el cuarto parecía un águila volando. 

Aunque para ciertos teólogos medievales los cuatro seres representarían cuatro momentos clave de la vida de Cristo (hombre, nacimiento; toro, muerte; león, resurrección; águila, ascensión), pronto fueron asimilados a los cuatro evangelistas.

Suelen ubicarse alrededor de Dios, mirando hacia él, alados, Mateo (hombre) y Juan (águila) en la parte superior, Marcos (león) y Lucas (toro) en la inferior. En nuestro caso no hay duda de que se quiere representar a los evangelistas, los inferiores portan libros y tanto el hombre alado como el águila llevan filacterias.

Completando el espacio

Seguro que te suena eso del horror vacui medieval, ese afán por llenar con motivos todo hueco vacío. El tímpano dela portada románica San Esteban se “queda grande” una vez colocado el Cristo y el tetramorfos, así que se completa el espacio con otras figuras.

Los ángeles forman parte de la corte celestial. Es decir, que además de asistir a los hombres y hacer de mensajeros, parte de su “trabajo” es alabar y adorar a Dios. Y eso llevan haciendo unos cuantos siglos los cuatro que tenemos tallados en el tímpano.

timpano-horror-vacui

Tan sólo en la figura inferior de la derecha (del espectador) no detecto rastros de alas. Parece ser una figura orante, y aunque nosotros no sabemos ponerle nombre y apellidos, probablemente represente a alguien involucrado en la construcción de la iglesia de Sos del Rey Católico.

 

 

 

 

Poniendo campanas

Cuando estudiaba arte medieval en la carrera, nos hablaron de la importancia de las campanas en las iglesias, que marcaban el ritmo de vida y servían de aviso de acontecimientos. El construir para ellas una torre campanario o una espadaña venía determinado por el gasto de material. La torre necesitaba más piedra (y tiempo para construirla) que una espadaña.

Tiene sentido ¿verdad? Pero entonces descubrí Sos del Rey Católico…

Sos del Rey Católico

La iglesia de San Esteban tiene ¡2 espadañas! y la más grande diría que mide cerca de 15 metros de alto (la torre del castillo mide 20). Durante años le di vueltas, porque no me parece que toda esa estructura necesite menos piedra y tiempo para construirla que una torre campanario.

espadana-02Cosas de la vida, ahora desde casa veo constantemente la espadaña, así que creo haber resuelto el misterio.

Se percibe en especial cuando ha llovido y la piedra resalta más por la humedad. ¿Lo veis? ¿notáis la diferencia en la piedra? se ve una estructura triangular, más pequeña, «dentro» de la espadaña que tenemos actualmente. Más clarita y con las piedras más rejunteadas.

Imagino que en origen la espadaña sería esa más pequeña hoy camuflada en el muro, y que durante las ampliaciones de la iglesia en el siglo XVI se recrecería hasta convertila en la que vemos hoy en día, parte esencial del contorno de Sos del Rey Católico.