Tócala otra vez, David

En la portada románica de San Esteban encontramos por lo menos, además de en la dovela de la que ya os hablamos, dos músicos más. Y la verdad, aunque es un poco extraño, creemos que ambos representan al rey David.

rey-davidLa estatua-columna central de la zona derecha está clarísimo. En el instrumento de cuerda está escrito su nombre (¿recuerdas que pasaba lo mismo con el monje Pelayo?), en latín “REX DAVIT” y en hebreo* (los símbolos que se ven en la sección inferior derecha de la fídula o viola de arco).

El segundo músico es una de las figuras que se encuentra entre las estatuas columnas, en la zona izquierda, la inferior del grupo central. Aunque más pequeño y deteriorado, las semejanzas entre ambas figuras se perciben claramente: la túnica que deja las piernas al aire, la postura cruzada de las piernas, el instrumento de cuerda… Además, no están exactamente de pie, sino que parecen apoyarse en un asiento/trono. El del músico en la jamba está decorado con una cabeza, y el asiento de la estatua-columna ha llevado en alguna ocasión a confusión, interpretándose como una lira.

Algo curioso es que tengan las piernas cruzadas, y es que a partir de la segunda mitad del siglo XII es un gesto cada vez más frecuente en figuras de personajes que detentan autoridad, bien temporal, bien espiritual.

musicos

Y ahora es cuando dejamos volar la imaginación… si ambos son el rey David, ¿qué pasó?

En la portada ha de estar el Rey David. Queremos que el monarca de Israel sea una de las figuras esenciales de la entrada al templo que estamos construyendo”, dijo el maestro de obras.

Dicho y hecho. El escultor pasó horas creando la figura con el detalle que pudo teniendo en cuenta el tamaño, ¡hasta tallando una cabeza de león en el asiento del monarca!. “¡Es muy pequeño! ¡Y nadie va a saber que es el rey David! Lo quiero más grande, ¡que sea una de las estatuas columna! Y que nadie dude de quien es”.

Dicho y hecho. Pero «¿qué hacemos con la otra figura tallada?» No es cuestión de desperdiciar el trabajo realizado. Así que «¿y si la colocamos también, pero un poco alejada de la otra para que no se vea que hemos metido la pata?».

Que posiblemente no pasó nada parecido, tal vez el otro músico ni siquiera sea el rey David. Pero es una auténtica delicia dejar volar la imaginación frente a la portada de la iglesia románica de Sos del Rey Católico.

*Actualización diciembre del 2020: tradicionalmente se ha interpretado el texto hebreo como «Rey David», pero nos parece que tiene mucho más sentido lo que apunta Manuel Valle en su blog: ALABAD A YAHWEH (alabad a Dios, Aleluya)