Desde la Prehistoria, el hombre se ha servido de los moluscos como fuente de alimento, y atraído por la suave textura y belleza de sus conchas, las ha utilizado como objeto de adorno.
Nos centramos en este libro en descubrir otra de sus utilidades, tal vez menos conocida y extremadamente sorprendente, la de servir desde hace varios milenios como medida de valor, con unas funciones similares a las que actualmente desempeña el dinero, siendo un elemento premonetal que pervive hasta nuestros días en algunas aisladas regiones del Océano Pacífico.
En estas páginas se describen y analizan una gran variedad de elementos procedentes del medio marino, utilizados desde los albores de la Humanidad en los cinco Continentes. Variedad por la materia prima utilizada (desde sal común hasta dientes de delfín), por la forma que adoptan (desde conchas enteras hasta talladas en delicadas formas), y por la función que desempeñan (con uso que va desde los pagos cotidianos hasta la compensación de una vida humana).
Dinero del mar: Objetos de uso monetario procedentes del medio marino
Autor: Miguel Ibáñez Artica
ISBN: 978-84-09-48397-6
Precio: 28 € (puedes adquirirlo aquí)
En los últimos meses hemos actualizado poco este blog, y es que nuestros esfuerzos han estado volcados en la edición del 3º volumen de la colección “Miscelánea numismática”. Ha sido un trabajo algo complicado por varios motivos: la amplitud geográfico-temporal (todo el Planeta, desde la prehistoria hasta nuestros días) hace que haya numerosas palabrejas nuevas para mi que pueden ser nombres de moneda-concha, pueblos o tribus, nombres científicos de las especies de concha y lugares (¡qué poco sabía sobre la geografía de Oceanía!); y he tenido que romper con lo que en el mundo occidental entendemos como “dinero”.
Sinceramente, estoy muy orgullosa de las pequeñas soluciones que encontré al hacer la maqueta para facilitar en la lectura el saber si un término es una cosa u otra, y crear un glosario final del dinero del mar citado en el libro me parece un recurso muy útil para quien se acerque al libro con tan pocos conocimientos sobre el tema que tenía yo al empezar. Bah, como estamos entre amigos, os cuento un secretillo de la portadilla que da paso al glosario: representa lo que en bastantes ocasiones de este proyecto he querido hacer con el estimado autor del libro y progenitor de mi persona.
Respecto a la idea de dinero… me han fascinado las monedas que equivalen al valor de una vida humana. Por un lado estarían las monedas de sangre, para compensar la muerte de una persona. En el libro se habla de numerosos ejemplos, pero me han sorprendido especial dos casos: los niveles superiores de monedas NDAP de la Isla Rossel, conchas que a priori me parecían muy sosicas en comparación con otras de las que aparecen en el estudio, pero cuyo valor era grandísimo y eran utilizadas exclusivamente para resarcir a los familiares de las víctimas de canibalismo; y cómo para los iroqueses de Norteamérica la vida estaba valorada en diez ristras de WAMPUM, teniendo que entregar el autor de un homicidio el doble de esa cantidad a los familiares del asesinado, diez por la vida del muerto, y otras diez para “comprar” la vida del propio agresor.
Por otro lado está el concepto de dinero de la novia. Cuando algo similar aparece en películas o libros, la sensación que se trasmite es que se “compra” a la novia, cuando es algo totalmente diferente: es la manera de compensar al clan de la novia por la pérdida de uno de sus miembros. Una diferencia importantísima en el matiz, ¿no os parece?
Sin saber demasiado, cuando imaginamos monedas-concha, a la mente vienen los collares de pequeñas cuentas o los CAURIS con lo que tantos esclavos se compraron en África. Descubrir auténticas obras de arte como los DAFI, KAPKAP o BARAVA me ha dejado alucinada, y no entiendo como no es más conocida la moneda THEWE de los Kanak de Nueva Caledonia, ¡con la simbología y trabajo que hay tras ella! Nuestras monedas metálicas y billetes me parecen ahora de lo más soso y vulgar.
Como símbolos de prestigio, para afianzar las relaciones entre distintas comunidades (cinturones de WAMPUM, el anillo del Kula)… ¡lo que da de sí el dinero del mar! Porque el libro me ha hecho reflexionar también, mucho, sobre cómo damos valor a algo, y para qué lo utilizamos. Saber que en la actualidad siguen vigentes diferentes tipos de moneda-concha como el TAMBÚ me ha dejado maravillada de la riqueza cultural de nuestro planeta.
PD: la imagen de páginas es un pequeñísimo fragmento del libro, simplemente para que os hagáis una idea del estilo.