Free tour en Sos del Rey Católico

Este verano me han preguntado varias veces en la tienda si se hacen free tours en Sos del Rey Católico. Ya sabes lo que son, esas visitas guiadas que no tienen un precio establecido, sino que se paga “la voluntad”, lo que uno considere apropiado (que no es lo mismo que entender que son “visitas guiadas gratis”). Personalmente, no me gustan demasiado, prefiero realizar una visita pagando una tarifa concreta. Y es que si es en España, aún puedo tener un criterio de cuánto abonar, pero si es en el extranjero, voy más perdida respecto al coste de vida y precios de otros países. Porque, recordemos, la persona que hace las visitas está realizando un trabajo del que vive (o lo intenta).

Además… cuando preparábamos las visitas guiadas por Sos del Rey Católico en el 2002, antes de abrir el Palacio de Sada (en ese momento trabaja allí), la directriz que se nos dio fue no hacer una visita extremadamente técnica y descriptiva, sino centrarnos en la comprensión de lo que vemos en el recorrido a la villa. Es decir, rigurosa y amena. Pero en el caso de los free tour, a veces me parece que se han pasado de frenada, que buscan sobre todo el chascarrillo y la anécdota, el divertir y hacer reír (aunque se deje un tanto de lado el rigor), en un intento de conseguir una mejor remuneración.

Y dicho todo esto, ¡me alegra comunicarte que en Sos del Rey Católico no se hacen free tours! Eso no significa que no se hagan visitas guiadas. Las visitas guiadas en Sos del Rey Católico se realizan desde la oficina de turismo, situada en el Palacio de Sada, casa natal de Fernando el Católico que alberga además un centro de interpretación sobre su vida y su época.

El Palacio de Sada abre de martes a viernes de 10 a 13 y de 16 a 19 h., los sábados, domingos y festivos de 10 a 14 y de 16 a 19 h. Puede ser que en verano (en especial en agosto) abra todos los días, y que en invierno (enero y febrero) sólo lo haga de viernes a la tarde a domingo (al menos así ha sido en los últimos años).  Las visitas guiadas al pueblo entre semana son a las 11 y a las 17 h., y en fines de semana y festivos también a las 13 h.  Si quieres asegurarte de que estén abiertos o de si hay algún grupo reservado que le hace cambiar los horarios el día que vienes, lo mejor es que te pongas en contacto con la oficina de turismo de Sos en el teléfono 948 888 524 (sí, estamos en la provincia de Zaragoza aunque el prefijo sea de Navarra).

¿Cómo es la visita guiada por Sos del Rey Católico? Dura aproximadamente una hora, recorre el centro de la villa, entra a la lonja medieval, iglesia de San Esteban, Cripta de Santa María del Perdón, y al zaguán del Palacio Español de Niño. Que si solo fuera por ver las pinturas murales de la cripta ya merecería la pena hacerla, pero es que además está plagada de paradas que nos hacen percibir detalles como la mezuzah y las cruces de la judería medieval, las inscripciones del Portal de la Reina o del eclipse en la plaza…

¿Cuánto cuesta? Tiene un precio de 5 €. ¡Solo 5 €! Desde luego, la tarifa está pensada para que el precio no sea un impedimento para conocer Sos del Rey Católico.

Valor… ¡y a pintar el caballo!

Valor: Cualidad del ánimo que mueve a acometer resueltamente grandes empresas y a afrontar los peligros.

A veces, sobrellevar el día a día ya resulta una gran empresa. ¿Y en la Edad Media? Si piensas en “valor” en la Edad Media igual te vienen a la cabeza grandes guerreros, o trabajadores agrícolas que de sol a sol no tienen apenas respiro y el fruto de sus esfuerzos va a parar a algún señor feudal.

Para mí, desde ahora, el valor en la Edad Media está reflejado por los artistas que en el siglo XIV se atreven a…. ¡PINTAR UN CABALLO DE FRENTE!

Fui consciente de eso hace unos años, en una conferencia que Mª Carmen Lacarra dio en la iglesia de Santa Lucía, y que nos hizo notar, al hablar de las pinturas, como en el lado de los caballeros paganos napolitanos, había un guerrero con el caballo mirando al frente.

A pesar de que esa zona de las pinturas no es la mejor conservada, se ve que el artista lo ha resuelto de una manera notable. Haced memoria (o fijaos a partir de ahora)… ¿cuántas representaciones medievales con caballos habéis visto? ¿en cuántas estaba el caballo de frente?

Yo he visto muchísimas (pero muchísimas) imágenes, y sólo conozco dos caballos de frente. El otro igual te resulta familiar, ya que se ha llegado a convertir en un meme: el caballo representado en el folio 213r del libro L`estoire de Merlin, realizado en Francia hacia el año 1316 y conservado en la British Library.

Todos cometemos errores, pero generalmente su repercusión es temporal y limitada en el entorno (bueno, ahora con internet cada vez menos… qué importante es el derecho al olvido). Así que si te vuelves a cruzar con la imagen del caballo/huevo no te rías, piensa en el valor del artista del siglo XIV para animarse a pintar un caballo de frente. El que trabajó en Santa Lucía además de valor mostró una mayor pericia, también es cierto.

En definitiva, para mí, desde ahora, como modelo de arrojo y valor, adopto a los artistas medievales que se atrevieron a pintar un caballo de frente. Coge tus pinceles, ¡y a por el caballo de frente!

Bestiario interactivo

 

El objetivo del libro Bestiario románico en la portada de la iglesia de San Esteban (Sos del Rey Católico) fue localizar, identificar, e interpretar el sentido simbólico de los animales reales y fantásticos detectados a lo largo de años de estudio en la portada de la iglesia de Sos.

La edición en papel realizada en mayo del 2021 cuenta con fotografías realizadas antes de la restauración de la portada, y aunque la edición digital (noviembre del 2023) sustituye esas imágenes por las efectuadas tras la restauración, quería facilitar a los compradores de la versión en papel el acceso a las figuras ya restauradas. Por ello, he creado la imagen interactiva de este post, donde están localizados e identificados los animales que pueblan la portada de la iglesia de San Esteban.

Se incluyen el león en la escena de la elevatio animae incorporado en la edición digital (I13), y un pez (J3) no recogido en ninguna de las versiones del libro, ya que la primera identificación de la pieza fue errónea, identificándolo como un garrote, siendo tras la restauración cuando el detalle de la cola deja claro que se trata de un pez.

Prudentes y necias

Para comprender el arte románico es necesario conocer la Biblia, y para entender el Nuevo Testamento suele ser necesario saber más sobre cómo era la vida en Oriente Próximo en el siglo I. Así que… ¡toca aprender sobre bodas!

Aunque los datos parecen ser escasos y habría distintas variantes, había tres fases principales: procesión, consumación y celebración. La novia llegaba a casa del padre del novio transportada en una litera, con una alegre comitiva. Allí esperaba durante horas la llegada del novio, que era en torno a la media noche. Aunque lo que he leído cambia de una fuente a otra, parece que acudiría acompañado de sus amigos, y el resto de los invitados, incluidas las amigas de la novia, saldrían a recibirle, llevando éstas unas lámparas que iluminarían el camino hacia la novia. Tras un acto ritual, los novios se retirarían para la consumación, y los festejos de la boda seguiría aún siete días. ¡7 días! ¿quién querría perderse una celebración así!

¿Y por qué resulta importante conocer esa costumbre? Para poder entender mejor la parábola conocida como de las diez vírgenes, las diez muchachas, o las vírgenes prudentes y necias.

El reino de los cielos será entonces como diez jóvenes solteras que tomaron sus lámparas y salieron a recibir al novio. Cinco de ellas eran insensatas y cinco, prudentes. Las insensatas llevaron sus lámparas, pero no se abastecieron de aceite. En cambio, las prudentes llevaron vasijas de aceite junto con sus lámparas. Y como el novio tardaba en llegar, a todas les dio sueño y se durmieron.
A medianoche se oyó un grito: “¡Ahí viene el novio! ¡Salgan a recibirlo!”. Entonces todas las jóvenes se despertaron y se pusieron a preparar sus lámparas. Las insensatas dijeron a las prudentes: “Dennos un poco de su aceite porque nuestras lámparas se están apagando”. “No —respondieron estas—, porque así no va a alcanzar ni para nosotras ni para ustedes. Es mejor que vayan a los que venden aceite y compren para ustedes mismas”.  Mientras iban a comprar el aceite, llegó el novio. Las jóvenes que estaban preparadas entraron con él al banquete de bodas. Y se cerró la puerta. Después llegaron también las otras. “¡Señor, Señor —decían—, ábrenos!”. “¡Les aseguro que no las conozco!”, respondió él.

Por tanto —agregó Jesús—, manténganse despiertos porque no saben ni el día ni la hora.

Aunque sólo se recoge en el Evangelio de Mateo (25, 1-13), fue muy popular su representación plástica en la Edad Media. Es una metáfora de la segunda llegada de Cristo, el día del Juicio Final, momento que se desconoce pero para el que se ha de estar preparado. Reconozco que la parábola no me gusta demasiado, eso de no compartir, u ofrecer portar cada lámpara entre dos, no sé… En fin, vamos al tema.

Lo habitual es encontrar representados dos grupos de 5 mujeres cada uno, a un lado las prudentes (las que llevaron aceite extra) y al otro las necias, que se suelen representar con las lámparas boca abajo, con gestos de dolor, sorpresa… En la cripta de Santa María del Perdón están todas representadas en el intradós del arco del ábside central ¿Puede ser que también las encontremos en la portada?

En la dovela I1 encontramos 3 figuras. La de la izquierda tiene un aire como de pesar y  llevaba algo en su mano (parecen restos de lugares de anclajes las marcas de su mano y otra inferior), la central de ha perdido su parte superior, la mujer de la izquierda se lleva las manos a la cabeza en un expresivo gesto. Ya tenemos 3 mujeres que tienen toda la pinta de ser muchachas necias (bueno, 2,5).

En los intercolumnarios (espacios entre las estatuas columnas) de la zona izquierda, encontramos otras 3 mujeres. La expresión y gesto con el que coge lo que lleva en la mano nos anima a identificar la de la J5 como otra de las vírgenes necias, siento notorio el contraste con las mujeres de las J4 y J1 (aunque esta última… que rabia el poco esmero del XVI al construir el atrio).

Acabo de decir que tendríamos que encontrar a 10 mujeres en total, pero puede ser que el programa iconográfico no se completara (como parece que ocurrió en Santa María la Real de Sangüesa), o se haya perdido parte del conjunto. De ser correcta nuestra interpretación, tendríamos localizadas 2 prudentes (vale, 1,5) y 4 necias (bueno, 3,5). ¿Jugamos a buscar las que faltan? Tendrían que ser mujeres con el mismo atuendo, en el que destaca la toca tipo almízar, que les cubre cuello y cabeza, ocultando tanto el pelo como las orejas.

El primer paso lógico sería mirar la I2, donde también se perciben 3 figuras. La pega es que la de la izquierda parece más pequeña (¿niña? ¿habría un angelico arriba?), lo que lleva se asemeja a una palma, y ninguna de las dos cabezas conservadas lleva el mismo tipo de tocado que las otras figuras. ¿Y los intercolumarios de la derecha? De estar ahí, apostaría por las J12 o la J15, las más desgastadas, ya que en las demás se ve lo suficiente (a veces una oreja o un trocito de pelo) para descartarlas. De ser ambas, tendríamos 8 mujeres, y aún nos faltarían otras dos.

¿Dónde seguimos buscando? Al otro lado de la arquivolta interior. La I11 y la I12 están demasiado desgastadas, a pesar de ello, por el mínimo relieve que se conserva, la I11 se asemeja más a las parejas de animales que encontramos sobre todo en la arquivolta exterior. De la I13 hablamos hace poco, explicando la escena de la derecha, el ángel elevando el alma de la mujer, ¿abrazada por un león? Pero en la dovela había dos figuras más. La central ha desaparecido, pero la de la izquierda, ¿podría llevar en la mano lo mismo que las mujeres de las J1 y J4? ¿Podríamos haber tenido allí otras dos jóvenes prudentes? Me choca que compartieran dovela con la elevatio animae aunque la parábola haga referencia a la muerte y a la vida postrera, aunque la ubicación -en el arranque de la arquivolta a la derecha- sería la perfecta.

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Pocas certezas puedo presentaros hablando de la portada de San Esteban, con que mis hipótesis (que intento fundamentar lo más rigurosamente posible) sirvan para avanzar, ¡me doy por satisfecha!

¡Ha nacido!

Esa noche había unos pastores en los campos cercanos, que estaban cuidando sus rebaños de ovejas. De repente, apareció entre ellos un ángel del Señor, y el resplandor de la gloria del Señor los rodeó. Los pastores estaban aterrados, pero el ángel los tranquilizó. «No tengan miedo —dijo—. Les traigo buenas noticias que darán gran alegría a toda la gente. ¡El Salvador —sí, el Mesías, el Señor— ha nacido hoy en Belén, la ciudad de David!. Capítulo 2 del Evangelio de Lucas (8-11), Nueva traducción viviente de la Biblia.

Como ya hemos comentado en otras ocasiones, en el arte románico se plasman el ciclo de la vida de Jesús y los Santos, como ejemplos a seguir. No sin razón, se suele decir que claustros o portadas de iglesias medievales que “Biblias en piedra”.

De la portada románica de San Esteban de Sos del Rey Católico os hemos hablado ya de la Anunciación, la huida a Egipto y de la adoración de los Reyes Magos, ¡hoy os presentamos lo que parece ser el anuncio a los pastores!

En la dovela C7 vemos tres figuras: a la izquierda un ángel, en el centro una persona haciendo el gesto de genuflexión (es decir, bajando una rodilla al suelo) que porta un bastón o cayado, y a la derecha una oveja.

Dudaba de que esta escena reflejara ese momento del Nuevo Testamento. Aunque tanto el ángel como la oveja son figuras que siempre he visto muy claras, parecía que la vestimenta de la persona era de mujer, y el gesto del ángel, como instándole a incorporarse, se me hacía raro. El gesto me sigue resultando peculiar, pero tras la restauración se percibe mucho mejor el atuendo de la persona central.

Si la interpretación más plausible de la escena de esa dovela es que sea una representación del anuncio a los pastores, ¿podría continuar el mismo mensaje en una pieza cercana de la dovela interior?

En la dovela I4 vemos dos personas y un animal. En el libro sobre el Bestiario Románico esta imagen la describo de manera algo diferente, y es que tras la restauración podemos apreciar mejor la escena. Las dos personas están muy desgastadas, pero parecen interactuar entre ellas. La de la izquierda parece posar su brazo izquierdo en la cintura y ¿llevar un bastón en el brazo izquierdo extendido? (¿o es parte de la acanaladura?). La figura central (desgastada y cómo no, descabezada como tantas otras de la portada) está girada hacia ella, parece que apoyándole el brazo derecho en el hombro.

El animal está un tanto desproporcionado, estirado hacia el eje de la arquivolta (como la “superoveja”, casi tan grande como el ángel), y a pesar del tamaño, por el tratamiento del cuerpo que se percibe tras la restauración, me animo a identificarlo como un perro.

En otros casos he percibido un diálogo entre distintas imágenes de la portada (buena y mala madre, pareja de híbridos y humanos). No sé si realmente existió al plantear el programa iconográfico de la portada de San Esteban una relación premeditada entre las dos dovelas que aquí presento, de no ser así, sería una grandísima casualidad la ubicación de ambas.

Y con el anuncio del nacimiento de Jesús a los pastores, ¡os deseo una feliz navidad!

Que no pare la música

¡Seguimos desentrañando la portada de la iglesia de San Esteban de Sos del Rey Católico!

Hace un tiempo os hablé de los músicos de la dovela C8. Remirando la portada tras la restauración, ¡menuda sorpresa! ¡más músicos en la pieza situada junto a ella!

La escena muestra tres figuras. La de la izquierda está tocando una flauta, dulzaina o similar; la central ha perdido tanto que me resulta imposible identificar nada; y la de la izquierda, lo que diría que puede ser… ¡una zanfoña!

Sí, te has fijado bien, no es la única zanfoña representada en la iglesia de San Esteban. Uno de los ángeles que celebra la coronación de la virgen representada en las pinturas de la cripta, también toca ese instrumento.

Voy a intentar explicaros cómo es. Es un instrumento cordófono (es decir, de cuerda). El sonido en este tipo de instrumentos puede producirse al percutir las cuerdas (con pequeños macillos, como ocurre en el piano), al pulsarlas (por ejemplo, en la guitarra), o al frotarlas. Al pensar en los instrumentos de cuerdas frotadas yo visualizaba el violín, violonchelo o similar, donde se frotan las cuerdas desde arriba con una arco.

¡La zanfoña me resulta sorprendente! Las cuerdas son frotadas por una rueda, a la que se da vueltas con una manivela, y para especificar las notas cuenta con un pequeño teclado. ¿Y como suena?

¿No os parece una maravilla? ¿No sería estupendo contratar a Andrey Vinogradov y que diera un concierto en el pórtico de la iglesia de la San Esteban?

¡Ven a mis brazos!

Últimamente he andado en la portada de San Esteban mirando las figuras de los intercolumnarios (las que están entre las estatuas columnas), y -aunque no era lo que buscaba- me he quedado dándole vueltas a la J9.

Qué raro, qué cabeza más grande… y mirándola desde distintos ángulos, ¿no parecen dos personas abrazadas? El abrazo más famoso del románico es que la virgen María da a su prima Isabel cuando va a visitarla, estando ella embarazada de Jesús e Isabel de Juan Bautista.

Sin embargo, lo poco que se conserva en condiciones de la figura que está al frente, que parece apoyar su cabeza en la trasera, nos hace ver que es un hombre. Lleva un bonete del que sobresale parte de la media melena, y pudiera haber tenido barba.

¿Sería la otra figura otro hombre, una mujer? ¿la sensación de dos figuras en abrazo es una ilusión? Poco más puedo decir al no verse mejor la pieza, ¡pero es mucho más de lo que se podía decir antes de la restauración!

 

León en «elevatio animae»

Para presentaros la nueva escena localizada en la portada de San Esteban, transcribo el capítulo que le dedicamos en la edición digital del libro «bestiario románico en la portada de San Esteban (Sos del Rey Católico)».

La primera dovela a la izquierda de la arquivolta interior presenta tres secciones. La figura central ha desaparecido (diría que por la mano del hombre, se perciben los lugares donde la escultura estaba unida a la dovela), a la izquierda hay una figura muy desgastada, y a la derecha se conserva la escena que nos ocupa. Esta imagen no se encontraba en el libro original editado en el 2021, ya que pude detectarla al subir ese mismo año al andamio que se colocó para realizar el estudio previo de cara a la restauración de la portada (de ese momento es la imagen de detalle que presenta este apartado, ya que no fue posible subir al andamio tras la restauración y ni utilizando escalera se logra repetir ese ángulo).

Elevatio animae

La escena es una representación de lo que se denomina elevatio animae, el momento del tránsito del alma tras la muerte70. Se plasma de manera literal lo recogido en las oraciones realizadas en los oficios de difuntos, donde, hablando del alma del finado, y dirigiéndose a Dios, se ruega ordenes sea tomada por tus Santos Ángeles, y guiada hasta la patria del Paraíso71. Sobre la idea de los ángeles llevando el alma del difunto se incide posteriormente en varias ocasiones, para que la guíen al Seno de Abrahan72, hasta la patria del paraíso; para que así, porque esperó y creyó, no padezca las penas del infierno sino posea los eternos gozos73.
El tema de la elevatio animae, la representación del alma siendo elevada por uno o más ángeles, aparece de manera simultánea en Bizancio y Occidente en el siglo XI74. A partir del siglo XII, sobre todo en contextos funerarios, el alma puede estar inscrita en una mandorla, y posteriormente es frecuente encontrarla en un paño que es elevado por los ángeles.

El caso de Sos difiere de otras imágenes encontradas. La mujer que ha muerto se encuentra casi sentada, apoyada en la figura que falta, la policromía que se conserva da a sus rasgos una belleza y serenidad maravillosa. De su cabeza sale su alma, simbolizada -como es habitual- por una representación más pequeña del su cuerpo, desnuda. El alma está siendo elevada por un ángel, que con delicadeza la coge de la cintura. Al ángel le fata la cabeza y su ala ha sido arrancada, pero no cabe duda de que es un ángel (además de estar elevado, va descalzo).

León

Incorporamos esta escena al bestiario, ya que encontramos un animal abrazado a la mujer. A pesar de que el desgaste de la pieza nos impide ver el tratamiento de la melena, me decanto por identificarlo como un león (por el morro de felino, el ojo perfilado de la misma manera que el león de la C20, y la simbología asociada al animal).
En representaciones de la elevatio animae, encontramos un león en la escena de la muerte del avaro Epulón en un capitel de la iglesia de San Julián y Santa Basilia de Rebodello de la Torre (Burgos)75. En ese caso, el alma del difunto sale por la boca, y es apresada por un león que sujeta la cadena que atrapa del cuello del alma, mientras un demonio la agarra del brazo.
Hablamos al tratar la dovela C20 de cómo el león podría tener un sentido positivo o negativo, y cómo podía ser una representación del propio Cristo. Este animal se vincula además en el románico con la idea de resurrección, a raíz de una peculiaridad que le atribuyen los bestiarios: la leona trae al mundo a su cachorro muerto; y cuando lo tiene, llega el león, que tantas vueltas da en torno suyo, rugiendo, que al tercer día el cachorro resucita76. Y es que, la escalada del cielo no se puede hacer sin transición77.
En el siguiente apartado veremos un posible león arrastrando un alma al infierno, y leones aparecen también en numerosas mochetas, arrastrando y alumbrando almas, leones puestos por Dios en las fronteras de sus dominios, acogen y preparan para pasar a los hombres que entran en el paraíso de las iglesias78.
Sin embargo, en la escena que nos ocupa no nos encontramos con un león andrófago, ni en actitud violenta como en el caso del avaro Epulón. A pesar de ello, con ese apacaible abrazo protector, nos decantamos por relacionarlo con el tránsito de la muerte, tu entrar y tu salir en este mundo, desde que tienes vida hasta estar muerto, el Señor le defienda ahora, siempre79.

Notas:
70Al no presentar animales se escapan del marco de este estudio, pero indicar que parece haber otras dos dovelas relacionadas con la elevatio animae en la portada de San Esteban: la I3 presenta tres ángeles que portan sendos niños, y en la I6 se ven dos ángeles sosteniendo a una figura desmadejada.
71Arroyal 1787:15
72Arroyal 1787:83
73Arroyal 1787:85-86
74Chapeaurouge, recogido por Le Pogam 2007:8, 3.
75http://www.arquivoltas.com/15-Burgos/02-RebolledoT2.htm
76Philippe de Thaün, recogido en Malaxecheverría 1986:28
77Champeaux 1984:336
78Champeaux 1984:336
79Salmo CXX, Arroyal 1787:6

Sorpresa tras la restauración

Como ya sabéis, en este 2023 se ha restaurado de la portada románica de la Iglesia de San Esteban de Sos del Rey Católico. Lo más importante es que los trabajos aseguran el futuro de la obra de arte, consolidándola y eliminando los problemas de humedad, pero la limpieza nos permite descubrir nuevos detalles en dovelas a las que llevo años dándoles vueltas.

Hoy, os presento la escena de la pieza C17.

Algún autor apuntó que podría ser la matanza de los inocentes, pero por muchas vueltas, giros y fotos que le hice, no me convencía esa lectura. Se veían claras dos figuras sosteniendo un bebé y dos ángeles completando y equilibrando la escena (sólo se conserva uno, pero intuyo que habría otro arriba). El hombre que sujeta al bebé de los pies no parece un soldado, y tras la restauración se ve de maravilla la saya con el cuello abierto en lo que se denomina “amigaut”.

¿Qué otra escena podía ser? Un bebe sujetado por dos personas… Busqué multitud de imágenes románicas de la presentación de Jesús en el templo, pero tampoco parecía ajustarse a lo representado en Sos.

Y entonces, tras la restauración… ¡otra mujer amamantando!

La anatomía de las mujeres románicas amamantando es un tanto peculiar. El pecho puede salirles de lugares curiosos como la axila (es el caso de la mujer de la C20) o del cuello, como aquí. Me encanta como el ángel gira la cara hacia el otro lado y señala, no sé si por pudor para no ver el pecho de la mujer (aunque esta le da la espalda), o con otra intención que se me escapa.

Si al hablar de las imágenes de las dovelas C1 y C20 veía clara la lectura de buena y mala madre*, aquí no soy capaz de interpretar el sentido alegórico o identificar si hace referencia a un momento concreto del Nuevo o Viejo Testamento. Si alguien conoce una escena similar que pueda ayudar a interpretarla, ¡será un placer leer los comentarios!

¿Podría ser realmente un soldado arrancando al bebé de brazos de su madre? Si conserváramos en la portada otras escenas donde se viera reflejada la matanza de los santos inocentes sería de gran ayuda 🙁

*En ambas escenas hay animales, por lo que se tratan en el libro Bestiario románico en la portada de San Esteban: Edición en papel, 2021, Edición digital, noviembre del 2023, con imágenes actualizadas tras la restauración de la portada: en Amazon (azw) y Google libros (pdf).

¡Quién te ha visto y quién te ve!

Como ya sabréis, el 20 de octubre del 2023 se presentó la restauración de la portada de la Iglesia de San Esteban (Sos del Rey Católico). La obra, impulsada por el Gobierno de Aragón y ejecutada por la empresa Artyco, fue adjudicada por 124.005,22 €, aunque desde la Dirección General de Patrimonio Cultural indicaron que habían sido 200.000 € los invertidos en la restauración.

Todos teníamos muchas ganas de ver el resultado de los meses de intenso y minucioso trabajo de los restauradores, siendo conscientes de que más allá de lo que vemos, son esenciales las labores de consolidación y reducción de filtraciones que no percibimos a simple vista. ¡Las futuras generaciones podrán seguir disfrutando de la melena del león! Y es que hay detalles concretos que al ritmo de deterioro que llevaba, pensé que yo misma dejaría de ver.

“¿Qué te parece cómo ha quedado?” En estas semanas, me ha hecho muchas veces esa pregunta. ¿Qué me parece? Excepcional. Tanto es así que he decidido hacer una nueva edición del libro “Bestiario románico en la portada de la iglesia de Sos del Rey Católico”, en formato digital, sustituyendo las imágenes por fotografías nuevas realizadas tras la restauración. El libro se puede adquirir en Amazon (azw) y Google libros (pdf).

Ahora se perciben detalles nuevos, siendo especialmente sorprendente como algunas figuras (en especial las estatuas columnas y el tímpano) han recuperado los rasgos… ¡y el tratamiento del cuerpo de los monos!

Hay escenas que se perciben mucho mejor al haber quedado “limpias” de las capas que a lo largo de los siglos se habían ido superponiendo. Además, en muchos más casos de los que imaginaba se ha logrado recuperar parte de la policromía original.

El cambio de algunos detalles me despistaba bastante. Por lo que entendí, en algún momento de los años 60 del siglo XX se hizo una acción en la portada, reponiendo algunos detalles. En la actualidad, ni los materiales utilizados ni esa técnica de “restauración” son apropiados, por lo que se han retirado esos “apaños”.

¿Hay alguna novedad en el libro además de las imágenes? Pues sí. He corregido las inevitables erratas (¡con la de veces que lo repasamos!), y he incorporado un nuevo animal. Durante los trabajos que se realizaron para preparar el informe de cara a la rehabilitación, en el verano del 2021, pude subir al andamio, y gracias a ello detecté un león prácticamente invisible desde abajo, cuyo análisis se convierte en el apartado 5.1.11. ¡En algún momento lo presentaremos también en este blog!. Mientras tanto, si no lo has hecho, te recomiendo volver a subir a la iglesia de San Esteban y deleitarte con los nuevos detalles que se perciben en la portada.

En el libro publicado en el 2021, al finalizar el apartado del libro dedicado a animales simbólicos en escenas, me permití incluir una reflexión:

Quisiera terminar este capítulo con un apunte de índole personal, que tal vez se considere fuera de lugar, pero al que me siento obligada.

En distintos libros y artículos se ha hablado de la in­ferior calidad de la portada de San Esteban de Sos del Rey Católico comparándola con otros ejemplos romá­nicos cercanos. Estos años mirándola me han dejado claro que esa apreciación es tremendamente simplista y errónea, fruto de haberle dedicado una somera mirada que se ha dejado llevar por el deterioro de la portada.

En este tiempo he detectado detalles de una deli­cadeza que me han dejado anonadada, como la cabeza y pelaje del león de la C20 o la madre amamantando de la misma dovela. A nivel iconográfico, la escena de la caída de Alejandro Magno me tuvo meses ras­treando en busca de representaciones similares, y a pesar de no haberlas encontrado, su interpretación me generó un grado tan alto de certeza (jamás al 100% en el ámbito románico), que como tal la presento.

Por último, no sólo por la calidad de la talla, sino por lo original del planteamiento de la escena, las dovelas que acabamos de presentar (I8 e I9, hablamos algo sobre ellas en este blog) me parecen impresionan­tes, dignas de estar de manera destacada en cualquier manual de iconografía medieval.

El taller (o más bien “talleres”) que confeccionó la portada de San Esteban y el diseño de su programa iconográfico me merece más la profunda y sincera admiración. Posiblemente, parte del sentido del libro que tienes en tus manos sea el intentar desagraviarles.

No os hacéis una idea de lo feliz que me hace saber que tras la restauración, no se va a volver a menospreciar la portada románica de la iglesia de San Esteban de Sos del Rey Católico.

OFERTA DE LANZAMIENTO:

hasta el 26 de diciembre (día de San Esteban) puedes adquirir el libro en pdf a un precio de 6,50 € aquí