¡Lo que hay que aprender!

Mientras Ruta del Tiempo se iba convirtiendo en una realidad, hubo cosas que pensé al milímetro, y sin embargo otras me pillaron por sorpresa. Entre los mayores sustos están el darme cuenta de que tenía que aprender a:

1.- Usar un taladro. Pues sí. Aún recuerdo cómo se reía el dependiente de la tienda de bricolaje cuando una vez elegido el susodicho aparato, y a punto de pagarlo, le dije «bueno, y ahora ¿me explicas como se usa?». Fruto del proceso de aprendizaje podréis ver algún aplique un poco torcido y algún agujero de más en los soportes de un par de barras de cortina. Son parte de la historia de Ruta del Tiempo.

2.- Planchar. Toda la vida comprándome ropa que no hubiera que planchar… ¿cómo se afronta una sábana de 1,80 x 2 m.? ¡Si no tengo brazo para doblarla! Poco a poco he ido musica-para-plancharcogiéndole el truco, cada día me quedan mejor y tardo menos tiempo. Algo esencial ha sido encontrar la música apropiada para la labor. Ocurrió mientras planchaba durante los ensayos de uno de los conciertos de Luna Lunera… ¡el ritmo perfecto! Nada de Camela ni similares para cantar a grito pelado. Os paso la lista de reproducción en Spotify de la música perfecta para planchar (y no veáis lo fuerte que se me está poniendo el brazo derecho, ¿quién necesita un gimnasio teniendo un alojamiento rural?)

Publicado en Día a Día.

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