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Balance 2020

La última frase del balance del año pasado fue “¿Qué sorpresas nos deparará el 2020?”. Bueno, sin duda ha sido un año sorprendente, hasta el punto que casi no me animo a hacer este post.
Como siempre, este balance de lo que ha ocurrido en Sos del Rey Católico durante el 2020 es totalmente personal, y posiblemente aún más en esta ocasión, aunque he intentado centrarme en cuestiones positivas y ahorraros mis desánimos (que ya cada uno tiene bastante con los suyos propios).

#1 Comienzo con energía
En enero y febrero atendimos más huéspedes de lo que suele ser habitual en esas fechas. Si siempre es algo estupendo y de agradecer, este año lo ha sido aún más.

#2 En pausa
Con todo preparado, se canceló “el nacimiento de un rey” previsto para mediados de marzo. A lo largo del año, han sido otras las actividades que se han aplazado, cancelado o pospuesto: la Rompepiernas, la feria de agosto, la exposición “el Sos de la memoria” que se estaba organizando en la biblioteca municipal…

#3 Sobrevivir
No es comparable con quienes pasaron (o están pasando) la enfermedad de manera grave, pero a gran parte de la población el cierre de puertas nos afectó (y sigue afectando) a nivel económico, en nuestro caso el mes de abril fue complicadillo. Hacer cuentas, buscar recursos, pensar cómo mantenernos para poder volver a abrir dentro de X meses. Solicitud del cese de actividad, petición de la moratoria hipotecaria, acceso a las ayudas que planteó el Ayuntamiento… Hubo trámites francamente laboriosos y desesperantes, pero todo llegó a buen puerto.

#4 Aportar
De la necesidad de intentar aportar algo a la situación surge la campaña “Te mereces un 10” de la Asociación de Empresarios Turísticos. ¿Qué podemos hacer? Ayudar a que tras el confinamiento sea más fácil y económico tomarse un respiro, cambiar de ventana y cargarse de energía.

#5 Reintentándolo/reinventándolo
Se reabrieron las puertas, privadas y públicas. Con reducciones de aforo, nuevos espacios (como el traslado de la escuela de música al Palacio Español de Niño), intentando en la mayoría de los casos hacer todo lo mejor posible.

#6 Reintentándolo/reinventándolo
Personalmente tenía mis dudas, pero la opción de mantener el festival de música “Sos en vivo” con pequeños conciertos en las terrazas, fue todo un acierto en el verano. Agradecer la voluntad de las personas de la AET que volcaron sus esfuerzos e ilusión para hacerlo realidad.

#7 Otros proyectos
Intento no darme de cabezazos contra paredes que no puedo romper, volcar los esfuerzos y energía en intentar aportar y construir: las variadas propuestas diarias durante el confinamiento en redes sociales, la edición de un libro tras el verano, la programación de talleres y actividades en la biblioteca municipal, la insistencia para poner en valor los restos prehistóricos del municipio… y otra colaboración en la que estoy aprendiendo más de lo que imaginaba, en variados ámbitos, de la que espero poderos contar más en unos meses.

#8 Reintentándolo/reinventándolo
Sé que repito título, pero reintentar y reinvertar me parecen una de las constantes de este 2020. En otro ámbito, un pequeño primer paso, ¡el mini escaparate online de la Tienda-Museo!

#9 Valorar
Quiero pensar que somos capaces de aprender de las situaciones que nos tocan vivir, si no como sociedad en su conjunto, al menos como individuos. Yo me siento afortunada. Mis personas más queridas están bien. Te animo a buscar lo que tú valores.

#10 Aprender
Este año nos ha puesto un sinfín de cuestiones delante, nos insta a recurrir a nuevas herramientas para adaptarnos. Personalmente, si logro aprender a gestionar mejor la incertidumbre, será un éxito vital que se quedará conmigo. Si aún no te has parado a pensar qué tendrías que aprender para adapte a lo que te rodea, hoy es un buen momento (para el cómo hacerlo te queda un mes por delante).

Mini escaparate online de la Tienda-Museo

Tienda-Museo

En diversas ocasiones hemos barajado la posibilidad de crear una versión online de la Tienda-Museo, y en un par de ocasiones hemos llegado a montarla sin llegar a dar el paso de publicarla. La selección de objetos, los más de 90 proveedores, hacen muy difícil poder poner todo el catálogo online y ser rigurosos y eficaces en la gestión de pedidos.

No es comparable a acudir a la tienda física y conocer Sos del Rey Católico, ni siquiera son los objetos que mejor representan la selección y «el estilo» de la tienda, pero hemos decidido poner a la venta online varios productos difíciles (o imposibles) de encontrar en otros lugares. Bueno vale, empezamos con tan sólo tres objetos, ¡pero esperamos ir añadiendo más proximamente! 🙂

El pago se realiza a través de Paypal (recuerda incluir al hacer el pago la dirección de envío), y teniendo en cuenta los horarios de correos en un pueblo pequeño como el nuestro, haremos que te llegue a casa lo antes posible. El precio incluye en todos los casos el envío a España por correo ordinario.

Bestiario medieval

Libro
Bestiario románico en la portada de San Esteban de Sos del Rey Católico (Zaragoza)
Loli Ibáñez San Millán

ISBN: 978-84-09-30362-5 // D.L. Z 860-2021
136 p. // 21 x 21 cm.

Más información
18,60 € (envío por correo ordinario a España incluído)

Numismática

Libro
Dioses, meteoritos y monedas: meteoritos y cometas en monedas del mundo antiguo y moderno
Miguel Ibáñez Artica

ISBN: 978-84-09-23834-7
D.L. Z 1313-2020
83 p.

Más información: blog del autor
9 € (envío a España incluído)

Libro

Moneda medieval navarra: manual de numismática
Miguel Ibáñez Artica
ISBN 978-84-09-33377-6
DL Z. 1350-2021

17×24 cm, tapa blanca, cosido, 272 p.
29 € (envío a España por correo ordinario incluído)

Más información: blog del autor; conferencia sobre la materia impartida el 19 de mayo del 2021 en el Museo de Navarra

Ficha de las barbas (breard token, token de las barbas)

Reproducción de la pieza con forma de moneda realizada en Rusia en 1705 para demostrar el pago del impuesto para poder llevar barba y/o bigote. Acompañada de texto explicativo, ¡el regalo ideal para cualquier hipster rusófilo! 🙂

12 € (envío a España incluído)

VOLVERÁ A ESTAR DISPONIBLE A PARTIR DEL 12 DE ENERO

Profesión (oficio u ocupación)

Este verano, buscando otra cosa, aterricé en los censos electorales de Aragón (digitalizados en DARA) del período 1890-1955. Me pareció una fuente interesantísima de información, ya que de cada localidad se aportan el nombre y apellido de los hombres con derecho a voto, así como su edad, dirección, si son elegibles para cargos concejales y si saben leer y escribir.

Empecé a ojearlos con la intención de ir detectando los antiguos nombres de las calles de Sos del Rey Católico y las fechas de sus modificaciones, pero me he quedado entretenida con otra cuestión, las profesiones, oficios u ocupaciones de los sosienses del cambio del siglo XIX al siglo XX (recuerda que en ese momento sólo podían votar hombres, por lo que no aparecen las mujeres en los listados).

Aparcadas las calles y centrada en contestar a de qué se vivía en Sos en los albores del siglo XX, he hecho el listado de profesiones de los censos de los años 1890, 1901 (no está el de 1900 de la provincia de Zaragoza) y 1910.

Aún desaparecidos algunos, gran parte de los oficios u ocupaciones son fácilmente identificables:

Sin embargo, me he encontrado con otras profesiones que me han resultado curiosas y muchas totalmente desconocidas:

Albeitar (1890)
Es lo que hoy denominamos veterinario. La palabra no me resultaba desconocida, ya que el traductor de la primera obra impresa en castellano sobre veterinaria, el libro de Albeitería (Zaragoza, 1495), fue el sosiense Martín Martínez de Ampiés.

Bastero
Fabricante y vendedor de basto, también llamado albarda, pieza acolchada (generalmente de paja) que se colocaba sobre las caballerías de carga, para que los aparejos que se ponían sobre ellos no dañaran al animal. [Esperamos que el burro de la imagen lo llevara, que parece que el pobre va cargadico. Fotografía de Sos del Rey Católico aparecida en una revista francesa, años 40]

Botero (1901)
Fabricante y vendedor de botas. Dado que hay zapateros, imagino que no se refiere al calzado, sino a las botas u odres para líquidos (actualmente las asociamos al vino, pero eran utilizadas también para otros líquidos). No he encontrado curtidores en el pueblo, por lo que imagino que se encargaría de todo el proceso de la preparación de las pieles de cabra.

Cesante (1901)
Esta “ocupación” merece más detalle del que vamos a dedicarle aquí, ya que fue una situación frecuente durante gran parte del siglo XIX (1833-1918). El cesante es una persona de clase media (burguesía) que ha tenido un puesto público (funcionario), pero que por un cambio de gobierno ha sido apartado de su oficio. No por falta de habilidad, generalmente porque su puesto ha sido ocupado por una persona más afín a los nuevos cargos públicos. Vamos, por voluntad del alcalde. (Creo que si me vuelvo a leer ahora Miau de Benito Pérez Galdós le sacaré mucho más sentido que cuando la leí en el instituto).

Coadjuntor
Pensé que sería un tipo de cargo público de carácter administrativo, pero resulta que es un oficio religioso. El coadjuntor es un eclesiástico que ayuda al cura párroco.

Fardero
Llamados en otros lugares mozo de cordel, la palabra realmente lo dice todo: es quien se dedica a llevar fardos, bártulos, paquetes, bultos… al hombro o con carretilla (teniendo en cuenta cómo era el empedrado de las calles de Sos, me parece que optarían por llevarlos a hombros a pesar de terminar deslomados).

Pelaire
Cardador de lana. No había escuchado jamás la palabra, pero tiene toda la razón de ser que hubiera un oficio intermedio entre el esquilador y el tejedor.

Piquero (en Sofuentes, 1910)
Al buscar la palabra, la primera acepción es “soldado que va armado con una pica”, pero ni por época ni por lugar parece que tenga demasiado sentido. Rastreando un poco más, he encontrado el uso del término en Aragón como sinónimo de albañil. Eso me cuadra más.

Sillero
Fabricante de sillas. Parece obvio, pero es que viendo que había un buen número de carpinteros me ha sorprendido. No había caído yo en las sillas de enea, tan comunes hasta hace unos años. No sólo las fabricaba (incluso a medida, por ejemplo, las costureras necesitaban sillas más bajas) sino que también las reparaba.

Con los cambios de costumbres y modas este oficio aún pervivió de manera ambulante hasta hace no tantos años.

Soguero
De nuevo parece evidente, fabricante y vendedor de sogas. Y resulta sorprendente que se pudiera vivir y sobrevivir con un oficio tan específico.

Tablajero
La raíz del término es “tabla”, pero ¿a qué tabla se refiere? Aunque en algún momento el término estaba más bien relacionado con casas de juego, viendo la cantidad que aparecen, parece más bien que haría referencia a comerciantes que colocarían puestos (en tablas) en los mercados.

Telegrafista (1910)
¿Cómo imaginar desde nuestra época, en la que todos llevamos un teléfono mini ordenador en el bolsillo, la comunicación por telégrafo? Empezó a implantarse en España en el año 1854, con la construcción de una línea que unía Madrid e Irún. A partir de ahí, se ampliaron las líneas de comunicación para ir transmitiendo esos mensajes en código morse, en 10 años se habían creado 10.000 km de líneas y 194 oficinas, y se cursaban ¡casi un millón de telegramas al año!

En el momento en que encontramos ese oficio en Sos del Rey Católico, la línea contaba con 53.714 km y existían 1902 oficinas.

Tratante
Ni de personas, ni de armas… de ganado. Hoy en día, aún podemos ver rebaños de ovejas pastando en los alrededores del pueblo, pero nada que ver con las que había hace un siglo. Y no sólo ovejas. También cabras, caballos, mulas, asnos y ¡hasta vacas!

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De los oficios reconocibles, hay dos coincidencias que -digamos- me han hecho gracia:
-El sepulturero vive en la calle Amargura
-Un armero tiene su dirección en la calle… ¡Arco! Aún ando pendiente de confirmar qué calle sería actualmente, pero ¿y si fuera la casa donde está la Tienda Museo y Ruta del Tiempo?. Actualización noviembre 2021: aunque cerquita, ¡no! Gracias a una vecina he averiguado que la desaparecida calle arco era la que se encontraba a mano izquierda nada más pasar el Portal de Uncastillo (no hay nombre actual, la calle no se considera ya como tal).

Otros proyectos: dioses, meteoritos y monedas

Esta semana ha vuelto a ser noticia el asteroide 2018 VP1, una roca de dos metros de largo que viaja por el espacio a algo más de 30.000 km por hora y que el 2 de noviembre del 2020 pasará “cerca” de la tierra (a 450.000 km). No es imposible que impacte en la atmósfera, la probabilidad calculada por la NASA es de un 0,41 %. Parece poco, pero este año podemos esperar cualquier cosa ¿no?

¿Y si impacta con la atmósfera? Pues el asteroide se romperá en trocitos que caerán a la tierra en forma de meteoritos. Teniendo en cuenta el tamaño de los posibles fragmentos, mala suerte será si te da uno en la cabeza. Porque si pensamos en meteoritos, habitualmente nos acordamos del que provocó la extinción de los dinosaurios hace 65 millones de años, pero nos olvidamos de los cientos (o miles) de meteoritos que caen a la tierra cada año.

No por “habitual” deja de sorprendernos. Y si esto es así en el siglo XXI, ¡imaginar lo que era en la antigüedad!

No sé si este 2 de noviembre el asteroide impactará en la atmósfera, pero lo que sí sé es que ese día se pondrá a la venta el libro Dioses, meteoritos y monedas: meteoritos y cometas en monedas del mundo antiguo y moderno, escrito por Miguel Ibáñez Artica (conocido en casa como “aita”), y en el que he participado en labores de maquetación y edición.

La primera parte del libro trata las representaciones de cometas y piedras sagradas en las monedas. El origen de parte de estas piedras sagradas o betilos eran meteoritos, “piedras caídas del cielo”, ¡cómo no considerarlas sagradas!

La segunda parte es un catálogo de monedas que incluyen fragmentos de meteoritos reales, ¡en algunos casos toda la moneda está realizada con un trozo de meteorito!

Participar en la edición del libro ha sido de lo más entretenido, y he aprendido un montón de cosas. No pretendo destriparte mucho por si te apetece leerlo, pero…
*¡Qué listo Octavio Augusto al asociar el cometa a la divinidad de César! (y alucinada de cómo eso podemos entroncarlo a la idea de la estrella de Belén que guio a los reyes magos)
*Aún me estoy riendo visualizando el desfile del emperador Heliogábalo caminando de espaldas, guiando el carro en el que iba la piedra negra de Emesa, flanqueado por esclavos para que no tropezara
*De las monedas que incluyen trocitos de meteorito, si en algún momento me toca la lotería, me encantaría comprar la que 10 $ de las Islas Cook que reproduce la ventana espacial (que evidentemente “no cuesta” 10 $) y la emitida en Niue en el 2019 que reproduce la topografía de la luna ¡y que lleva un fragmento de meteorito lunar!

Todo el libro me ha parecido francamente interesante, pero tras el “revuelo” generado por la inminente aproximación de un asteroide a la tierra, la primera parte la veo ahora mismo con una perspectiva diferente. Si yo viviera en el siglo III y fuera Heliogábalo, también sacaría a desfilar por la ciudad el posible meteorito caído del cielo, y dando volteretas si hiciera falta. Por si las moscas.


Dioses, meteoritos y monedas: meteoritos y cometas en monedas del mundo antiguo y moderno
Miguel Ibáñez Artica
Col. Miscelánea numismática, 1
ISBN: 948-84-09-23834-7
D.L. Z 1313-2020

PVP: 9 €
PVP con envío a España: 9 €
Información y distribución: miscelaneanumismatica@gmail.com