Hogar, dulce (y seguro) hogar

Necesitamos sentirnos seguros. Construimos casas donde resguardarnos de las inclemencias del tiempo, y cerramos puertas y ventanas para evitar la llegada indeseada de intrusos (humanos o animales). Hoy por hoy, esto parece ser suficiente, y si no, contratamos un sistema de seguridad.

Pero en el pasado otros eran los peligros y amenazas a los que además había que hacer frente. El demonio, las brujas, seres malignos que traían enfermedades a humanos y animales… ¿cómo defenderse de ello? Amuletos personales hay (y habrá) en todas las épocas y culturas, ¿y para la casa? ¡también!

En pleno siglo XXI se siguen utilizando elementos protectores del hogar, aunque se haya perdido su significado original. Tan sólo dos ejemplos: los eguzkilores que se clavan en las puertas de las casa del Pirineo (y en el acceso a Ruta del Tiempo, así que podéis venir tranquilos), y las palmas bendecidas el domingo de ramos que se colocan en las ventanas de las viviendas.

En nuestra cultura, el signo más elemental de protección es la cruz, que en puertas (y ventanas) detendría la entrada del mal en la casa. Pero cuidado, no todas las cruces que vemos grabadas en Sos del Rey Católico tendrían esa función. Las que encontramos en la judería medieval están más bien relacionadas con la conversión al cristianismo (en otra ocasión profundizaremos en ello).

En los siglos XVII y XVIII se pusieron de “moda” los anagramas protectores, y en Sos son bastante abundantes. Seguro que te has fijado en alguno, ¿has visto grabada en la entrada de alguna casa las siglas IHS?. A eso nos referimos.

Las siglas son en origen una abreviatura del nombre griego de Jesús, ΙΗΣΟΥΣ. A partir del siglo XII, con la idea de Jesús como representación de la divinidad en sí mismo, el IHS empezó a popularizarse como cristograma y símbolo.

Tendemos a asociarlo a los jesuitas, ya que San Ignacio de Loyola lo adoptó como sello, pero es un anagrama mucho más general, símbolo del cristianismo utilizado como herramienta de protección frente al mal.

Aunque me he dado un buen paseo, estoy segura de que no habré localizado todos. A continuación, algunos de los anagramas protectores situados en las casas de Sos del Rey Católico*. Gran parte de ellos se encuentran en la clave del arco de entrada a la vivienda, en ocasiones enmarcados en un rombo.

Como curiosidad, buscando información para esta entrada, vi que otro símbolo tenía la misma finalidad que estos anagramas, la flor o rosa hexapétala (de seis pétalos). En Sos al menos hay una, preciosa, en la entrada de la primera casa de la calle del Mudo.

flor-hexapetala

*Como nos centramos en viviendas, omitimos el IHS que se encuentra en la lonja y los anagramas que coronan las frases bíblicas grabadas en el Ayuntamiento y la iglesia de San Esteban (IHS y AV (Ave María)).

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