¿Te has fijado alguna vez en el zoológico en piedra que tenemos en Sos del Rey Católico? Si te acercas a la portada románica de San Esteban, a pesar del deterioro provocado por el clima, podrás ver un gran número de animales. Bueno, realmente tal vez no sea especialmente sencillo encontrarlos, así que ¡hemos pensado echarte una mano!
Te presentamos aquí a los animales “reales” que encontramos en las arquivoltas de la portada, y dejamos para otro momento los que forman parte de escenas (caballos, leones, serpientes…) o del bestiario imaginario (vale, hay dos piezas con las que aún tenemos importantes dudas, creemos que pertenecían al ámbito imaginario, pero igual terminan en este zoológico)
En alguna otra ocasión hemos hablado de la función didáctica del arte medieval, así que imaginarás que estos animales no sólo están ahí a modo de decoración o para mostrar parte de la creación divina… Algunos animales tienen connotaciones positivas, otros negativas… aunque no siempre es tan sencillo, pues depende del contexto en el que se encuentren.
Como verás, casi todas las piezas están en la arquivolta exterior (E), y predominan los animales que van emparejados. Para la numeración, empezamos a contar desde la izquierda del espectador.
Sin mucha ayuda, a mano derecha (E22), seguro que puedes ver una pareja de graciosos monos. Estos animales tan simpáticos tenían un caracter muy negativo en la mentalidad medieval, se les considera imagen del mal y del paganismo, ¡se les llega a identificar con el demonio!, y se les asocia con dos de los pecado capitales, la lujuria y el orgullo (¡pobrecillos!). A nivel más general, son una muestra de la degradación del ser humano cuando en él prima la materia sobre el espíritu.
Justo sobre ellos (E21) encontramos una pareja de lo que creemos son felinos, por el tipo de morro que presentan, aunque no distingamos tratamiento en el pelaje que nos pueda dar mayores pistas. Y concretar la especie se complica aún más con los dos animales de la E22… a lo largo del tiempo he barajado la idea de que fueran salamandras, zorros (por una cuestión recogida en los bestiarios que podría explicar que uno tenga la boca abierta y otro cerrada), o perros. ¿Y si nos quedamos con «mamíferos» y así limitamos la posibilidad de error?
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Al otro lado de la portada encontramos otros dos grupos de parejas de mamíferos (E2 y E5). En la E2 tenemos un perro y una liebre. Los de la E5 resultan curiosos, pues sus cabezas se encuentran… ya si es con actitud bélica o amorosa, te dejamos a ti que lo decidas. Son dos lobos. Los peligrosos lobos se asocian a nivel general con el mal, y las escenas donde los perros persiguen a las liebres se tienden a interpretar como la lucha constante frente a las debilidades del espíritu. Y es que las liebres no suelen salir muy paradas en los bestiarios medievales, considerándolas ejemplo de debilidad y lujuria.
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También hay animales considerados esencialmente positivos en el arte medieval, no creas. Por ejemplo, las ovejas son símbolo de los justos. Por el tratamiento del cuerpo, ovejas parecen las figuras de la dovela C11, aunque el estar ubicada en la arquivolta central nos ha hecho dudar considerablemente. En el caso de la E16, aunque inicialmente pensamos que ambos animales eran el mismo, un examen más detallado nos ha hecho ver que si bien la figura inferior/izquierda parece una oveja, la otra podría ser un gallo. De ser así, encontraríamos dos animales que se han vinculado en el arte románico a Jesucristo.
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Esencialmente positivo también es el buey. Representa la bondad, la calma, la capacidad de trabajo y sacrificio. Y de buey parece ser la cabeza que nos mira desde la dovela central de la arquivolta exterior (E13). Junto a él (E12) encontramos lo que podría ser un águila, y al otro lado (E14), vemos una serpiente-dragón enroscada sobre sí misma, símbolo en esta ocasión no del mal, sino del ciclo eterno, un uróboros. Si añadimos el cuarto animal que en el entorno de la clave de la arquivolta está tallado de manera indiviual, posiblemente un león, nos encontramos con algo muy relacionado con la idea del tretramorfos.
Las aves son así mismo animales benignos a nivel general, ya que al volar y ascender se las asoció con el alma humana que busca la trascendencia, la espiritualidad. Con la intención de trasmitir eso se eligió preferente a la paloma o la tórtola, añadiendo en el segundo caso un “plus” al representar además la fidelidad y el matrimonio. En la pieza E8 encontramos una pareja de palomas o tórtolas, la ausencia de cabeza y nuestras capacidades no nos permiten asegurar más.
La reina de las aves, el águila, simboliza en la Edad Media cuestiones distintas, la mayoría de caracter positivo: el bautismo, la penitencia, la ascensión, la oración, o incluso al propio Cristo. En la portada encontramos dos, a las que se les parece dar una importancia especial, ya que en vez de compartir dovela, cada una tiene la suya propia (E4 y E5).
Al otro lado de la portada encontramos otra rapaz (E21), un buho, una de las excepciones a lo positivo de las aves, ya que al ser un animal nocturno, se le asociaba con el hombre pecador.
No somos especialistas en arte románico (¡ojalá!) pero este post está hecho a base de consultar numerosa bibliografía y ver cientos de ejemplos de arte románico. Vamos, que como media estamos seguros al 95 % de lo que hemos contado (en algún caso al 100%, en otros al 90%). Si alguien considera que hemos metido la pata en alguna identificación, estaremos encantados de rectificar lo que sea necesario 🙂
[Actualizado, 28 de marzo del 2021]