Blog

Prudentes y necias

Para comprender el arte románico es necesario conocer la Biblia, y para entender el Nuevo Testamento suele ser necesario saber más sobre cómo era la vida en Oriente Próximo en el siglo I. Así que… ¡toca aprender sobre bodas!

Aunque los datos parecen ser escasos y habría distintas variantes, había tres fases principales: procesión, consumación y celebración. La novia llegaba a casa del padre del novio transportada en una litera, con una alegre comitiva. Allí esperaba durante horas la llegada del novio, que era en torno a la media noche. Aunque lo que he leído cambia de una fuente a otra, parece que acudiría acompañado de sus amigos, y el resto de los invitados, incluidas las amigas de la novia, saldrían a recibirle, llevando éstas unas lámparas que iluminarían el camino hacia la novia. Tras un acto ritual, los novios se retirarían para la consumación, y los festejos de la boda seguiría aún siete días. ¡7 días! ¿quién querría perderse una celebración así!

¿Y por qué resulta importante conocer esa costumbre? Para poder entender mejor la parábola conocida como de las diez vírgenes, las diez muchachas, o las vírgenes prudentes y necias.

El reino de los cielos será entonces como diez jóvenes solteras que tomaron sus lámparas y salieron a recibir al novio. Cinco de ellas eran insensatas y cinco, prudentes. Las insensatas llevaron sus lámparas, pero no se abastecieron de aceite. En cambio, las prudentes llevaron vasijas de aceite junto con sus lámparas. Y como el novio tardaba en llegar, a todas les dio sueño y se durmieron.
A medianoche se oyó un grito: “¡Ahí viene el novio! ¡Salgan a recibirlo!”. Entonces todas las jóvenes se despertaron y se pusieron a preparar sus lámparas. Las insensatas dijeron a las prudentes: “Dennos un poco de su aceite porque nuestras lámparas se están apagando”. “No —respondieron estas—, porque así no va a alcanzar ni para nosotras ni para ustedes. Es mejor que vayan a los que venden aceite y compren para ustedes mismas”.  Mientras iban a comprar el aceite, llegó el novio. Las jóvenes que estaban preparadas entraron con él al banquete de bodas. Y se cerró la puerta. Después llegaron también las otras. “¡Señor, Señor —decían—, ábrenos!”. “¡Les aseguro que no las conozco!”, respondió él.

Por tanto —agregó Jesús—, manténganse despiertos porque no saben ni el día ni la hora.

Aunque sólo se recoge en el Evangelio de Mateo (25, 1-13), fue muy popular su representación plástica en la Edad Media. Es una metáfora de la segunda llegada de Cristo, el día del Juicio Final, momento que se desconoce pero para el que se ha de estar preparado. Reconozco que la parábola no me gusta demasiado, eso de no compartir, u ofrecer portar cada lámpara entre dos, no sé… En fin, vamos al tema.

Lo habitual es encontrar representados dos grupos de 5 mujeres cada uno, a un lado las prudentes (las que llevaron aceite extra) y al otro las necias, que se suelen representar con las lámparas boca abajo, con gestos de dolor, sorpresa… En la cripta de Santa María del Perdón están todas representadas en el intradós del arco del ábside central ¿Puede ser que también las encontremos en la portada?

En la dovela I1 encontramos 3 figuras. La de la izquierda tiene un aire como de pesar y  llevaba algo en su mano (parecen restos de lugares de anclajes las marcas de su mano y otra inferior), la central de ha perdido su parte superior, la mujer de la izquierda se lleva las manos a la cabeza en un expresivo gesto. Ya tenemos 3 mujeres que tienen toda la pinta de ser muchachas necias (bueno, 2,5).

En los intercolumnarios (espacios entre las estatuas columnas) de la zona izquierda, encontramos otras 3 mujeres. La expresión y gesto con el que coge lo que lleva en la mano nos anima a identificar la de la J5 como otra de las vírgenes necias, siento notorio el contraste con las mujeres de las J4 y J1 (aunque esta última… que rabia el poco esmero del XVI al construir el atrio).

Acabo de decir que tendríamos que encontrar a 10 mujeres en total, pero puede ser que el programa iconográfico no se completara (como parece que ocurrió en Santa María la Real de Sangüesa), o se haya perdido parte del conjunto. De ser correcta nuestra interpretación, tendríamos localizadas 2 prudentes (vale, 1,5) y 4 necias (bueno, 3,5). ¿Jugamos a buscar las que faltan? Tendrían que ser mujeres con el mismo atuendo, en el que destaca la toca tipo almízar, que les cubre cuello y cabeza, ocultando tanto el pelo como las orejas.

El primer paso lógico sería mirar la I2, donde también se perciben 3 figuras. La pega es que la de la izquierda parece más pequeña (¿niña? ¿habría un angelico arriba?), lo que lleva se asemeja a una palma, y ninguna de las dos cabezas conservadas lleva el mismo tipo de tocado que las otras figuras. ¿Y los intercolumarios de la derecha? De estar ahí, apostaría por las J12 o la J15, las más desgastadas, ya que en las demás se ve lo suficiente (a veces una oreja o un trocito de pelo) para descartarlas. De ser ambas, tendríamos 8 mujeres, y aún nos faltarían otras dos.

¿Dónde seguimos buscando? Al otro lado de la arquivolta interior. La I11 y la I12 están demasiado desgastadas, a pesar de ello, por el mínimo relieve que se conserva, la I11 se asemeja más a las parejas de animales que encontramos sobre todo en la arquivolta exterior. De la I13 hablamos hace poco, explicando la escena de la derecha, el ángel elevando el alma de la mujer, ¿abrazada por un león? Pero en la dovela había dos figuras más. La central ha desaparecido, pero la de la izquierda, ¿podría llevar en la mano lo mismo que las mujeres de las J1 y J4? ¿Podríamos haber tenido allí otras dos jóvenes prudentes? Me choca que compartieran dovela con la elevatio animae aunque la parábola haga referencia a la muerte y a la vida postrera, aunque la ubicación -en el arranque de la arquivolta a la derecha- sería la perfecta.

.

.

Pocas certezas puedo presentaros hablando de la portada de San Esteban, con que mis hipótesis (que intento fundamentar lo más rigurosamente posible) sirvan para avanzar, ¡me doy por satisfecha!

¡Feliz 2024!

Cómo no, la inspiración para felicitación de este año ha sido la portada de la iglesia de San Esteban 🙂

¡Ha nacido!

Esa noche había unos pastores en los campos cercanos, que estaban cuidando sus rebaños de ovejas. De repente, apareció entre ellos un ángel del Señor, y el resplandor de la gloria del Señor los rodeó. Los pastores estaban aterrados, pero el ángel los tranquilizó. «No tengan miedo —dijo—. Les traigo buenas noticias que darán gran alegría a toda la gente. ¡El Salvador —sí, el Mesías, el Señor— ha nacido hoy en Belén, la ciudad de David!. Capítulo 2 del Evangelio de Lucas (8-11), Nueva traducción viviente de la Biblia.

Como ya hemos comentado en otras ocasiones, en el arte románico se plasman el ciclo de la vida de Jesús y los Santos, como ejemplos a seguir. No sin razón, se suele decir que claustros o portadas de iglesias medievales que “Biblias en piedra”.

De la portada románica de San Esteban de Sos del Rey Católico os hemos hablado ya de la Anunciación, la huida a Egipto y de la adoración de los Reyes Magos, ¡hoy os presentamos lo que parece ser el anuncio a los pastores!

En la dovela C7 vemos tres figuras: a la izquierda un ángel, en el centro una persona haciendo el gesto de genuflexión (es decir, bajando una rodilla al suelo) que porta un bastón o cayado, y a la derecha una oveja.

Dudaba de que esta escena reflejara ese momento del Nuevo Testamento. Aunque tanto el ángel como la oveja son figuras que siempre he visto muy claras, parecía que la vestimenta de la persona era de mujer, y el gesto del ángel, como instándole a incorporarse, se me hacía raro. El gesto me sigue resultando peculiar, pero tras la restauración se percibe mucho mejor el atuendo de la persona central.

Si la interpretación más plausible de la escena de esa dovela es que sea una representación del anuncio a los pastores, ¿podría continuar el mismo mensaje en una pieza cercana de la dovela interior?

En la dovela I4 vemos dos personas y un animal. En el libro sobre el Bestiario Románico esta imagen la describo de manera algo diferente, y es que tras la restauración podemos apreciar mejor la escena. Las dos personas están muy desgastadas, pero parecen interactuar entre ellas. La de la izquierda parece posar su brazo izquierdo en la cintura y ¿llevar un bastón en el brazo izquierdo extendido? (¿o es parte de la acanaladura?). La figura central (desgastada y cómo no, descabezada como tantas otras de la portada) está girada hacia ella, parece que apoyándole el brazo derecho en el hombro.

El animal está un tanto desproporcionado, estirado hacia el eje de la arquivolta (como la “superoveja”, casi tan grande como el ángel), y a pesar del tamaño, por el tratamiento del cuerpo que se percibe tras la restauración, me animo a identificarlo como un perro.

En otros casos he percibido un diálogo entre distintas imágenes de la portada (buena y mala madre, pareja de híbridos y humanos). No sé si realmente existió al plantear el programa iconográfico de la portada de San Esteban una relación premeditada entre las dos dovelas que aquí presento, de no ser así, sería una grandísima casualidad la ubicación de ambas.

Y con el anuncio del nacimiento de Jesús a los pastores, ¡os deseo una feliz navidad!

Que no pare la música

¡Seguimos desentrañando la portada de la iglesia de San Esteban de Sos del Rey Católico!

Hace un tiempo os hablé de los músicos de la dovela C8. Remirando la portada tras la restauración, ¡menuda sorpresa! ¡más músicos en la pieza situada junto a ella!

La escena muestra tres figuras. La de la izquierda está tocando una flauta, dulzaina o similar; la central ha perdido tanto que me resulta imposible identificar nada; y la de la izquierda, lo que diría que puede ser… ¡una zanfoña!

Sí, te has fijado bien, no es la única zanfoña representada en la iglesia de San Esteban. Uno de los ángeles que celebra la coronación de la virgen representada en las pinturas de la cripta, también toca ese instrumento.

Voy a intentar explicaros cómo es. Es un instrumento cordófono (es decir, de cuerda). El sonido en este tipo de instrumentos puede producirse al percutir las cuerdas (con pequeños macillos, como ocurre en el piano), al pulsarlas (por ejemplo, en la guitarra), o al frotarlas. Al pensar en los instrumentos de cuerdas frotadas yo visualizaba el violín, violonchelo o similar, donde se frotan las cuerdas desde arriba con una arco.

¡La zanfoña me resulta sorprendente! Las cuerdas son frotadas por una rueda, a la que se da vueltas con una manivela, y para especificar las notas cuenta con un pequeño teclado. ¿Y como suena?

¿No os parece una maravilla? ¿No sería estupendo contratar a Andrey Vinogradov y que diera un concierto en el pórtico de la iglesia de la San Esteban?