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Balance 2021

De Sos del Rey Católico en general, de Ruta del Tiempo y yo misma en particular, estas son las 10 cuestiones que destacaría del 2021. Es algo totalmente personal, sintetizan lo esencial del año que pronto termina, ¡seguro que a ti se te ocurre algo diferente! ¡añádelo en los comentarios!

Como siempre, el orden es más bien cronológico, sin indicar prioridad.

#1 Desajustes
Mejor lo agrupo todo en un tip, no quiero extenderme lamentándome, pero ha sido un año en que la mochila se ha ido llenando de piedras cuando aún no había descargado las anteriores. Averías (en plural, desde febrero hasta hace unas semanas), cierres perimetrales que obligan a cancelaciones (algunos absurdos, como el confinamiento de toda la comarca en mayo), proyectos profesionales intensos con contratiempos variados, y unas cuantas cosillas más… menos mal que cantidad de huéspedes maravillosos han logrado nivelar emocionalmente el año.

#2 Club de lectura
Son múltiples y diversas las opciones de ocio y enriquecimiento personal que tenemos en Sos del Rey Católico. Este año, la actividad del club de lectura de la biblioteca ha sido una auténtica gozada. Gran parte de los libros que hemos leído nos han servido para conocer el patrimonio de la zona. Así, tuvimos el placer de visitar el yacimiento de Cabeza Ladrero y los restos romanos de Sofuentes, recorrimos la judería medieval de Sos, descubrimos el pasado hospitalario de Castiliscar… ¡y aún nos falta alguna cosilla más!

#3 Pasitos prehistóricos
Antes de verano pude acompañar al técnico de patrimonio a visitar el dolmen de Arás y los grabados rupestres. Me encantaría contaros que ya se han declarado BIC, que se ha hablado con Senderos de Aragón para señalizar el desvío a los grabados y que se han colocado los dos paneles explicativos y editado el folleto con la ruta. Me temo que los tiempos de los trámites son más lentos de lo que me gustaría, ¡pero se van dando pasitos!

#4 Bestiario románico
Bueno, ya sabéis que el libro sobre el bestiario románico de la portada de San Esteban es ya una realidad. ¡Mil gracias a todos los mecenas! [ejem, ejem… espero que la edición actual se venda toda, porque me temo que habrá que hacer una nueva incorporando la pieza que tengo ahora mismo entre manos, algo que pude ver al subir al andamio]

#5 Portada
Y hablando de la portada, este verano se empezó a realizar el informe preliminar y posiblemente el año que viene se afronte su restauración. No tengo palabras para deciros lo feliz que me hizo la noticia, y es que el deterioro es continuo, hay algún detalle que pensé que poco tiempo más tardaría en perderse.

#6 Aniversario del nacimiento de Berlanga
El 12 de junio se conmemoró el centenario del nacimiento de Luis García Berlanga. Han sido múltiples las acciones que este año se han realizado en distintos lugares para la efeméride, también en Sos del Rey Católico. Quisiera destacar el taller de cine que se organizó con los peques del cole, y los magníficos fotogramas recreados por la Asociación Sancho de Beurko.

#7 Patrimonio inmaterial
A veces no ponemos tanto el foco en él, pero es esencial. Y este verano, las tradiciones y el pasado reciente de la villa se ha puesto en valor con la exposición que la familia Biel organizó en el Palacio Español de Niño.

#8 Verano musical
Actuaciones organizadas por el Ayuntamiento, la Comarca de las Cinco Villas, la Asociación de jubilados, y el festival Sos en Vivo de la Asociación de empresarios turísticos de Sos. El caso es que ha sido un verano lleno de música en vivo.

#9 Tejiendo en Sos
Coordinado desde la biblioteca municipal, nos embarcamos en un nuevo proyecto de urban knitting a finales de septiembre. Esta vez, el objetivo es crear para el verano del año que viene un parasol que permita un mayor uso de la parte inferior de la lonja medieval. Como en el proyecto anterior, en el blog tejiendoensos puedes estar al día de todo el proceso, así que si me ves en la tienda o esperando en los desayunos con el ganchillo en la mano, ¡ya sabes qué ando haciendo!

#10 Miscelánea numismática
Quisimos presentar la colección el año pasado, el 17 de septiembre, al estar el primer número dedicado a “dioses, meteoritos y monedas”. No pudo ser. Elegimos este año el día de Navarra para presentar los libros, al estar el segundo volumen dedicado a la “numismática medieval navarra”. Pasamos un buen rato en la biblioteca municipal hablando de curiosidades numismáticas, ¡las monedas nos cuentan mucho más de lo que parece a simple vista!

¡Una menos!

Con cierta frecuencia me preguntan: ¿queda alguna piedra por mirar y desentrañar en Sos del Rey Católico? O más bien ¿te queda alguna piedra por mirar y desentrañar en Sos del Rey Católico?. Buenooo… a partir de hoy, ¡una menos!

Está situada en el polvorín del castillo, junto a las escaleras de subida. No sabría decir si originalmente estaba allí o se colocó en alguna restauración en el siglo XX, ¡pero puedo contaros lo que dice el texto!

¿Qué pone? ¿de qué época será? Durante años he andado despistada, porque una vez que crees ubicar alguna letra y palabras, es difícil mirar de otra manera. He estado tiempo leyendo en la primera línea “de los pio”, “¿dios de los pio?”… Por eso es importante (al menos tal y como funciona mi cabeza), dejar pasar el tiempo, “olvidar” y volver a intentar retomarla.

¿Época? La primera clave han sido esas aes floreadas. Desde luego, no son medievales. De manera instintiva (algo debe quedar de mis estudios de paleografía y del temporal interés por la caligrafía) me hacían ubicarla en el siglo XIX. Y se me abrieron los ojos como platos al encontrar la misma A en el botón de uno de los batallones Realistas aragoneses del período 1824-1841 (en el artículo “botones militares aragoneses”, de L. Sorando y R. Guirao).
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Otro de los problemillas ha sido la primera palabra. Una vez decido que era una abreviatura, ¿qué letras son y qué abrevian? ¿B o D? ¿T? ¿O o E? ¿hay una S final? Aclarado que lo más probable es que sea “Btes” y que sea la abreviatura de “batallones”, el término confirma la época y el contexto: mediados del siglo XIX, guerras carlistas.

El siglo XIX es extremadamente convulso, y está marcado por las guerras. Había dedicado atención a la Guerra de la Independencia (aquí y aquí), pero nunca me había interesado demasiado por las Carlistas. Para contaros un poco el momento de la inscripción, “he metido la cabeza lo justo” en ellas. Ojalá algún experto en esa época pueda sacarle más partido a la inscripción: Btes de los provinciales de Guesca, Batallones de los provinciales de Huesca.

Simplificando mucho, el término “guerras carlistas” engloba los conflictos bélicos que desde 1833 a 1876 enfrentaron a dos bandos con marcadas diferencias ideológicas, los carlistas (su lema, “Dios, Patria y Rey”) y los liberales. La “excusa” inicial fue la proclamación de Isabel II, tras haberse derrogado unos años antes la ley sálica que impedía a las mujeres acceder al trono. Carlos María Isidro, no aceptando el nombramiento de su sobrina, se proclamó rey al morir Fernando VII, y son sus partidarios los que serán denominados “carlistas”.

El conflicto, no sólo por la duración del mismo, es tremendamente interesante y complejo. No me veo con ánimo ni capacidad para embarcarme a estudiarlo en profundidad (la época contemporánea nunca fue mi fuerte). Por las pinceladas, los datos sueltos que he ido encontrando, marcó más de lo que imaginaba a Sos del Rey Católico, en parte por su cercanía a Navarra, y -entre otras cuestiones- ayuda a explicar la ingente cantidad de casas fechadas a mediados del siglo XIX. Dado que no preveo meterme de lleno en las Guerras Carlistas, y que no he sido capaz de encontrar la transcripción de la inscripción en ningún sitio, he decidido compartirla sin esperar más, por si pudiera servirle de llave a alguien que esté estudiando esa época.

Otros proyectos: edición del libro «Moneda medieval navarra»

Haciendo honor al refrán en casa del herrero cuchara de palo, no os hacéis una idea de la de veces que he dicho “a mí no me hables de monedas, ¡que no me gusta la numismática!”. Y ya me veis, editando el 2º volumen de la colección Miscelánea Numismática dedicado a la Moneda medieval navarra. Toda una conversa.

El coleccionismo es algo que no me resulta demasiado afín, y ahí se quedaba mi limitada visión de lo que es la numismática. Pero a “las monedas” podemos acercarnos desde distintas perspectivas y con diferentes intenciones. Me resultó sorprendentemente divertido el tema de la clasificación, “¿qué moneda es esta?”, me gustan los puzles, y es algo similar. Para esta labor, los dibujitos que con paciencia infinita confecciona Miguel, son extremadamente útiles. Y la clave dicotómica resulta no sólo una herramienta de clasificación, sino una guía de los elementos en los que podemos o debernos fijarnos (mi “yo novata” contó con ella de manera verbal, y para “empezar a ver” resultó esencial).

Ya que estamos entre amigos, os contaré que en varias ocasiones he trabajado colaborando en la clasificación de piezas. De hecho, gracias a la clasificación y estudio de las monedas halladas en un contexto arqueológico de Guipúzcoa, pude pagarme la cocina de mi casa (literalmente, ¡como gracias a la numismática!).

Empecé a ver que eran más que un “objeto” gracias a lo que se tiende a denominar premoneda. Objetos variadísimos que en distintos momentos y culturas se han utilizado como dinero (no siempre con nuestro concepto de “moneda”), y cuyo valor viene determinado por cuestiones fascinantes: los peniques “con alma”, las piedras Yap con bajas en su transporte, la concha que sirve para comprar un nombre…

Con el tiempo, aprendí que de una manera más sutil, las monedas de nuestra cultura también contienen mensajes que reflejan el contexto de su emisión, son símbolos extremadamente potentes, de ahí la importancia de la numismática como ciencia auxiliar de la historia (ojalá me lo hubieran enseñado así en la carrera). Me encantaría saber escribir, porque de lo que he aprendido con este libro ¡saldrían un par de novelas y una serie de televisión estupenda!

No quiero destriparos demasiado, tan sólo doy tres ejemplos:
*Resulta que las primeras monedas del reino de Aragón-Pamplona llevan la efigie del rey Sancho Ramírez, algo que no ocurrirá con las castellanas casi coetáneas. Es una manera de reafirmar su realeza, su autoridad real, ya que al ser su padre Ramiro I hijo ilegítimo de Sancho III el Mayor, la legitimidad del linaje generaba ciertas controversias.
*¡Carlos II! Necesita recursos económicos, y acuña monedas como si no hubiera un mañana. Muchas de ellas, “inspiradas” (ejem, ejem) en las que emitía el rey de Francia, quien terminó pidiendo la excomunión para los falsificadores de monedas, haciendo especial referencia al rey navarro (¡fascinante!)
*El conflicto navarro entre Juan II y Carlos el Príncipe de Viana tras la muerte de Blanca, tiene un reflejo brillante en las monedas. Juan se apropia de todos los símbolos del linaje real que al que no pertenece, y en las monedas de Carlos, se le intitula como “propietario de Navarra”. Juan será el “rey”, pero el legítimo “propietario” es Carlos. Magnífico.

Pero además de lo representado en la moneda en sí, el análisis de la metalografía y variedad de emisiones, aporta información de lo más curiosa y relevante. Por ejemplo, las emisiones de García IV el Restaurador son escasas y muy variadas, realizadas posiblemente de manera puntual en lugares diferentes para cubrir necesidades concretas relacionadas con los conflictos bélicos de su reinado. Sin embargo, las monedas de su sucesor Sancho VI son abundantes y muy homogéneas, asociadas a la creación de nuevas villas donde una población diversificada necesita de la moneda para su funcionamiento interno. ¡Quién me iba a decir a mi que esos objetos podían contar tantas cosas!

Por último, el libro cuenta con otra perspectiva que, si bien a gran parte de los lectores puede resultar algo farragosa (no tenéis mas que saltárosla), es extremadamente valiosa. Estamos acostumbrados a que los libros nos digan “esto es así”, y los lectores, en un acto casi de fe, damos la información por buena. En el ámbito de la numismática medieval navarra han sido variados los problemas de atribución de monedas, y a lo largo de las últimas décadas, “lo que se creía cierto” ha cambiado en distintas ocasiones. Ojo, que eso es genial. A veces se nos olvida que la historia y sus ciencias auxiliares son “ciencias”, que evolucionan, siguen planteando preguntas, y nuevos hallazgos ofrecen nuevas respuestas. Y el libro de Miguel Ibáñez nos permite acercarnos al proceso de investigación numismática, mostrando las diferentes interpretaciones y atribuciones que han tenido las monedas, y plasmando sus conclusiones basadas en el estudio de la documentación y de las propias piezas.

Como si un mago compartiera con nosotros los secretos de un truco, esta perspectiva me parece muy generosa, hace que el libro sea único y lo convierte en algo aún más valioso dentro de la bibliografía sobre numismática medieval navarra.

FICHA DEL LIBRO:

Moneda medieval navarra: manual de numismática
Miguel Ibáñez Artica
ISBN 978-84-09-33377-6
DL Z. 1350-2021
17×24 cm, tapa blanca, cosido, 272 p.
PVP: 29 € (puedes adquirirlo aquí)