Que la religión ha sido y es algo esencial para parte de la población es algo clarísimo. Reafirmación de comunidad, otorgar sentido a la vida, servir de brújula moral… Vamos a hablar un poco de esto último.
Son muchas las entradas de este blog dedicadas a la portada románica de la iglesia de San Esteban. Ya hemos visto como en la Edad Media las imágenes debían ser para los iletrados lo mismo que los libros para aquellos que sabían leer. Lo representado no es casual, está ideado para ser “leído”. Esencialmente, encontramos actitudes a imitar (reflejadas en los Santos y sus vidas) y multitud de actos que evitar. Todo con el fin de lograr alcanzar en el más allá el soñado Paraíso, vida imaginada infinitamente mejor que la que diariamente vivirían la mayoría de sosienses medievales.
Pero el adoctrinamiento no termina en la Edad Media. Del siglo XVII conservamos en Sos del Rey Católico tres inscripciones con intención de catequesis. Quiero hacer notar dos cuestiones importantísimas: ya no se utilizan imágenes, sino palabras. Los textos están en castellano, no en latín. Mucho ha cambiado la sociedad desde la construcción de la portada de la iglesia en el siglo XII.
¿Por qué la necesidad doctrinal en el siglo XVII? En el siglo XVI Europa vivió una revolución en el cristianismo con el movimiento de la reforma protestante iniciado por Martín Lutero. Ante la corrupción y falta de moralidad de alguno de los miembros de la iglesia y cuestiones como la venta de indulgencias, se busca volver al cristianismo primitivo. No vamos a entrar a detallar los graves conflictos que esto provocó en Europa, pero tenemos que tener en cuenta dos consecuencias:
1.- Se inicia en la iglesia católica un movimiento de “contrarreforma”, y tras el concilio de Trento (iniciado en 1545 y que duró ¡17 años!) se intentan mitigar algunas de las cuestiones que habían provocado la reforma protestante. El movimiento alimenta un renacer de la vocación de catequesis de la iglesia. Aunque fue la Compañía de Jesús (los jesuitas) una de las órdenes más activas en este sentido, no fue la única.
2.- Para el protestantismo, todas las personas debían ser capaces de leer e interpretar la Biblia, por lo que se generalizó la educación y su publicación en lenguas propias. En el caso del catolicismo, el Concilio de Trento impulsó la educación popular para que los católicos estuvieran mejor preparados ante lo que predicaban los protestantes. La cuestión es que, con motivos algo distintos, ambas ramas del cristianismo impulsaron la educación en Europa.
Y en este contexto podemos entender las tres inscripciones que encontramos en Sos del Rey Católico (¡nada que ver con la quema de brujas que muchos imaginan al leer alguna de ellas!). Dado que frases iguales o similares se encuentran en otras localidades, es de suponer que son fruto del paso por la villa de una orden religiosa, que al marchar dejó grabado a modo de recordatorio la esencia de lo predicado.
Aunque en las frases aparece la referencia bíblica (ejem, ejem, ya veremos), no son exactas, sino una adaptación esencial de las mismas, plasmadas a modo de coplillas pegadizas.
Fachada del Ayuntamiento, a la derecha:
[anagrama IHS cruz partiendo del travesaño de la H. Corazón bajo el anagrama] DIZE DIOS NVESTRO Sr EN LA CASA DEL QUE JVRA NO FALTARA DESVENTURA. ECCII. 23 VER 36. AÑO 1681
Bueno, en realidad intenta plasmar la esencia del capítulo 5 del libro de Zacarías, versículos 3-4: 3 Entonces me dijo: Esta es la maldición que sale sobre la faz de toda la tierra; ciertamente todo el que roba será destruido según lo escrito en un lado, y todo el que jura será destruido según lo escrito en el otro lado. 4 La haré salir —declara el señor de los ejércitos— y entrará en casa del ladrón y en casa del que jura por mi nombre en falso; y pasará la noche dentro de su casa y la consumirá junto con sus maderas y sus piedras”.
Fachada del Ayuntamiento, a la izquierda:
[anagrama MA sobre corazón y bajo cruz] LA MALDICION DE LA MADRE ABRASA I DESTRVIE DE RAIZ HIJOS I CASSA. ECCLE.V.II
Esta vez sí hemos acercado con el libro (el Eclesiástico), pero no con el capítulo, ni del todo con el versículo. La frase grabada se refiere a lo escrito en el capítulo 3. El versículo 11 dice: la gloria del hijo radica en el honor de su padre, una madre sin honra es la vergüenza de sus hijos. Realmente parece más apropiado el versículo 9: La bendición del padre afianza la familia, la maldición de la madre arranca sus cimientos.
Pórtico de acceso a San Esteban:
[anagrama IHS cruz partiendo del travesaño de la H. Corazón bajo el anagrama] DE TODA PALABRA OCIOSA DARAN LOS HOMBRES CVENTA RIGVROSA. MATH. 12. VER 36. AÑO 1681
¡Esta vez sí! Mateo capítulo 12, versículo 36: Mas yo os digo que de toda palabra ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio.
Al margen de los errores en la atribución de las citas bíblicas, me gusta la manera de sintetizarlas, y resulta muy curioso que las tres sentencias hagan referencia no a actos en sí, sino a palabras. Las palabras son importantes…
…Y también los detalles. Los corazones de la fachada del Ayuntamiento no son iguales. El de la derecha es el Sagrado Corazón de Jesús y el de la izquierda el Inmaculado Corazón de María, ambos extremadamente simplificados en comparación con las representaciones posteriores, pero reconocibles a pesar de ello (que estén junto a los anagramas ha ayudado a darme cuenta, no os voy a engañar).
La devoción a ambos corazones comenzó en Francia en el siglo XVII, impulsado por San Juan Eudes (el de María) y por las visiones de Sta. Margarita María de Alacoque (el de Jesús, 1673-1675) (visiones llamadas por Manuel Jesús Carrasco Terriza de manera muy acertada “cardiofanías”).
En ambos casos, el corazón simboliza el amor por la humanidad. La iconografía de cada corazón se completa con elementos específicos:
En el caso del Sagrado Corazón de Jesús, una cruz surge de él, las llamas simbolizan el poder transformador del amor divino, las espinas y la herida sangrante su sacrificio. En el grabado en Sos tan sólo aparece el símbolo de las llamas, las tres líneas que emergen de la parte superior del corazón.
En el Inmaculado Corazón de María las rosas simbolizan la pureza y la daga (o dagas) los 7 dolores. Igualmente suele estar rodeado de llamas, en referencia al amor que purifica y transforma. Aunque lo habitual es colocar las rosas como una corona, imitando la de espinas, también en ocasiones aparece un pequeño rosal surgiendo el corazón, que es lo que parece haber en el caso del que encontramos en la fachada del Ayuntamiento de Sos.
Los grabados en Sos del Rey Católico, de ser de la misma fecha que las inscripciones (yo diría que sí, por los trazos de las letras de los anagramas), serían unas representaciones muy tempranas. En España, la devoción a los sagrados corazones empezará a difundirse a comienzos del siglo XVIII, al menos 30 años más tarde que estas inscripciones (contando con que no se equivocaran al poner la fecha, que tras ver las referencias de las citas, ¡todo es posible!).
¿Y el del pórtico de la iglesia de San Esteban? No es exactamente ni uno ni otro. La forma del corazón es similar, y también surge algo de él, ¡lo que parecen ser tres pequeñas lanzas!
La verdad, no soy muy de corazones ni de imaginería religiosa, pero por su sencillez, los que encontramos en la Plaza de la Villa me parecen mucho más bellos que las representaciones posteriores.